La industria automotriz se apoya en la innovación abierta para afrontar el futuro

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Durante esta década los fabricantes de automóviles llevarán a cabo una profunda transformación de su industria, introduciendo nuevas tecnologías y modelos productivos. El cambio hacia los vehículos eléctricos y autónomos y la búsqueda de una mayor resiliencia e independencia de las cadenas de suministro tradicionales revolucionará el sector, y los expertos aseguran que la innovación abierta será uno de los pilares de esta evolución.

La industria del automóvil se compone de una larga cadena de valor en la que los fabricantes parecen el elemento principal, pero en realidad son solo una parte del total. En las últimas décadas el sector ha visto como el rol de los proveedores ha ganado importancia, pasando de ser solo suministradores de piezas a convertirse en socios de los OEM. Los expertos de Capgemini acaban de publicado el informe Technovision 2022 Automotive, en el que desgranan las tendencias y tecnologías que se están expandiendo en el sector.

En él explican que los proveedores de nivel 2 se han convertido en proveedores de nivel 1 y que están surgiendo nuevas empresas que ofrecen soluciones innovadoras a las marcas, sobre todo ante el avance del software y las nuevas tecnologías para los vehículos modernos. Por otro lado, la sostenibilidad se está entrando a formar parte de las estrategias de los fabricantes, que necesitan integrar a todos los socios del ecosistema en el cambio hacia modelos de producción, trabajo y distribución más sostenibles. Los expertos de Capgemini aseguran que la innovación abierta es clave para llevar a cabo este cambio.

Mayor colaboración entre socios

El modelo tradicional de la industria es que los fabricantes producen ciertas piezas y los proveedores suministran las demás, que después son ensambladas en las líneas de producción de las marcas. Esta forma de trabajar no va a cambiar radicalmente, pero los proveedores están asumiendo un papel más importante en el ecosistema, interviniendo directamente en el desarrollo de soluciones específicas para problemas complejos. Cada vez hay más ejemplos de ello, como la alianza entre BMW y Qualcomm en el ámbito de las tecnologías para vehículos autónomos, una colaboración basada en la innovación abierta que se está convirtiendo en un ejemplo a seguir para otras marcas.

Gestionando la dependencia de los proveedores

La escasez de chips que ha causado tantos problemas a la industria automotriz en los últimos años ha revelado la debilidad de la cadena de suministro del sector y la excesiva dependencia de los proveedores de nivel 1 e, incluso, de nivel 2. Esto está llevando a un replanteamiento de la industria que será fundamental para hacer frente a los grandes cambios que vendrán con la transformación de la industria impulsada por software y la llegada de los vehículos autónomos.

Ahora los fabricantes de chips se han convertido en unos de los proveedores más importantes para los OEM del automóvil, y han adquirido un rol clave en toda la cadena de valor. Por ello es importante estrechar la colaboración entre las marcas y los fabricantes de tecnologías digitales, y los expertos recomiendan involucrar más a estos socios en sus procesos de innovación e I+D.

Empresas emergentes

La innovación en la industria del automóvil está diversificándose en busca de soluciones para los nuevos paradigmas de la conducción conectada y autónoma, y también en el campo de los vehículos eléctricos. Esto está atrayendo inversiones en empresas emergentes que están aportando nuevos enfoques de innovación y, a su vez, impulsando la innovación entre los OEM tradicionales. Ejemplos de ello están en la planta Trinity que Volkswagen abrirá en Wolfsburg, con el fin de duplicar su productividad, y competir con Tesla, que ha abierto una nueva fábrica a 250 kilómetros de la gran sede de VW.

Mientras las grandes marcas hacen sus movimientos, nuevas empresas están entrando en el mercado, aportando más innovación a toda la cadena de valor. Los campos a los que dedican sus esfuerzos son muy variados, tanto en el ámbito del software como en el hardware informático y las nuevas tecnologías de vehículos eléctricos, como baterías y sistemas de carga. En el futuro los fabricantes se esforzarán más por integrar a esas nuevas empresas en su ecosistema y en su proceso de innovación, algo que ya están haciendo marcas como BMW, lanzando sus propias aceleradoras de empresas emergentes como Sturtup Garage, que impulsa a los innovadores para que logren convertirse en proveedores oficiales de la marca.

Otras marcas están llevando a cabo sus propios avances en el campo de la innovación abierta, como Mercedes-Benz, que está colaborando con Startup Autobahn, una organización que se dedica a conectar a las empresas emergentes con los principales actores de la industria. O Volvo, que utiliza Volvo Cars Tech Fund para asociarse con nuevas empresas del sector e invertir en ellas.

En busca de un ecosistema más abierto

El futuro de la automoción va más allá de los vehículos y las tecnologías digitales que integran, ya que abarcará un ecosistema mucho más amplio de servicios asociados que no forman parte del sector como tal. En este sentido los expertos de Capgemini mencionan el papel que jugarán organizaciones como el consorcio CATENA-X, que reúne a los fabricantes de automóviles, proveedores, proveedores de servicios y otras empresas para el desarrollo de estándares relacionados con los datos. Su objetivo es aumentar la transparencia y la resiliencia de la cadena de suministro, así como mejorar la comprensión y las métricas de la huella de carbono en toda la cadena de valor.

La base de esta organización es la innovación abierta entre todas las partes interesadas, en busca de soluciones beneficiosas para todos. Las empresas del sector que adopten este modelo de innovación tendrán ventajas de cara a su proceso de transformación digital. Y contribuirán a la evolución de una industria que a lo largo de esta década va a cambiar radicalmente, tanto en el tipo de productos que lanzará al mercado como en su propio modelo productivo.

La sensorización, la inteligencia artificial, las comunicaciones de nueva generación, el software y las tecnologías basadas en la nube serán la base de los nuevos paradigmas de transporte conectado y autónomo. Las marcas que sepan canalizar su capacidad de innovación de la forma correcta, integrando a los socios clave y apoyando la innovación abierta tendrán más posibilidades de alcanzar el éxito en los futuros mercados de la automoción, tanto para el gran consumo como para el transporte comercial.