Los fabricantes de chips para automoción responden a los desafíos del sector
- Transformación Digital
En el último año y medio se ha intensificado la crisis de semiconductores en muchos sectores, y la industria automotriz es una de las más afectadas, ya que se ha visto obligada a ralentizar la producción. Muchos culpan de esta situación a los fabricantes de chips, pero los expertos afirman que la escasez es relativa, ya que el año pasado los envíos superaron a los niveles de 2019.
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Los fabricantes de vehículos están enfrentándose a una gran crisis por la escasez de semiconductores, que ha llevado a paralizar o ralentizar las operaciones de producción en muchas plantas de todo el mundo. La opinión general sobre esta situación es que la culpa está en la industria de chips para la automoción, que no estaría suministrando lo que demandan las marcas de coches. Y es así, pero no por estos motivos, según aseguran los expertos de la firma de investigación especializada IC Insights.
En su última actualización del informe McClean explican que, en las primeras etapas de la pandemia, a partir de marzo de 2020, la demanda de automóviles descendió de forma brusca, y los fabricantes comenzaron a cerrar plantas y redujeron al mínimo los pedidos de semiconductores. Al mismo tiempo, se produjo un aumento en la demanda de chips para smartphones, televisores, ordenadores, juegos y electrodomésticos, que respondió a la necesidad de los consumidores de permanecer en sus hogares y teletrabajar durante el confinamiento. Esto llevó a muchos fabricantes de chips a derivar sus operaciones hacia la producción de componentes para sistemas electrónicos con mayor demanda.
Posteriormente, en la segunda mitad de 2020 se reactivó la fabricación de vehículos y los proveedores de chips no fueron capaces de dar respuesta a la nueva demanda de la industria automotriz, lo que dio inicio a la crisis actual de chips para estos clientes. Pero en IC Insighs están convencidos de que este escenario no es el verdadero motivo de que la escasez de semiconductores siga afectando a la industria automotriz.
Según sus investigaciones, la verdadera razón que hay detrás de la escasez de chips para vehículos en 2021 y 2022 es el aumento casi sin precedentes de la demanda de chips durante el año pasado, y no en la incapacidad de la industria de semiconductores para aumentar la producción. Afirman que en 2021 los proveedores enviaron un 30% más de circuitos integrados automotrices que en 2020, un crecimiento que supera al 22% más de la industria de chips en su conjunto. Y esto supone que pusieron en circulación un 27% más de chips que antes de la pandemia.
Las cifras que recogen en su informe, que presenta una perspectiva histórica del sector, revelan que en 2021 se produjo el mayor aumento de envíos de chips automotrices desde 2011, superando de largo el crecimiento del 20% visto durante el anterior repunte, en 2017, cuando los envíos crecieron un 20%. De hecho, el año pasado los productores de chips enviaron el triple de unidades de las enviadas en 2011, mientras que en toda la industria de semiconductores el año pasado se enviaron el doble de unidades que en 2011.
Con esta evaluación de la industria de semiconductores automotrices los investigadores quieren que se reconozca la labor de los fabricantes de chips, que han realizado grandes esfuerzos por satisfacer una demanda que está creciendo de forma inusual, como consecuencia de la transición hacia los coches conectados. Y señalan que cuando se produce un incremento explosivo de la demanda de circuitos integrados, como el que ha ocurrido en 2021, es normal que haya un desajuste temporal entre la oferta y la demanda.