Tendencias tecnológicas emergentes en la industria automotriz
- Transformación Digital
El sector de la automoción está modernizando la tecnología de fabricación y la aplicada a los propios vehículos, buscando ser más eficientes y competitivos en un mercado que va a cambiar radicalmente con la digitalización. Los expertos identifican cuatro tendencias que guiarán estos cambios en los próximos años, transformando toda la cadena de valor de la industria, que estarán íntimamente ligados a los semiconductores.
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Aunque el sector automotriz está sufriendo por la grave escasez de semiconductores los fabricantes están a las puertas de grandes cambios que estarán directamente relacionados con estas tecnologías. Los analistas de Yole Développement han realizado une profundo estudio sobre el impacto que tendrá la tecnología en toda la cadena de valor de la industria, identificando cuatro tendencias que ganarán peso en los próximos años. En general, se trata de Conectividad, ADAS, Sharing y Electrificación (CASE), que están generando un mercado de gran crecimiento, con perspectivas de alcanzar un valor de 78.500 millones de dólares en 2026. Y esperan que el valor combinado del mercado de estas tecnologías crecerá a una CAGR del 14,75% hasta el año 2035, cuando podría llegar a unos 318.000 millones.
- Conectividad: los expertos de Yole destacan el papel clave que tendrán las plataformas de comunicación V2X en la implementación progresiva de 5G para aplicaciones automotrices, que podrían ver la luz finalmente en 2024. Por el momento las soluciones que irán rompiendo el hielo en la industria tendrán capacidades basadas en la combinación de 4G-5G, pero irán avanzando a medida que progrese la expansión de las redes basadas enteramente en tecnologías 5G.
- ADAS: los sistemas de asistencia al conductor están modernizándose con la llegada de cámaras y sensores de nueva generación, y los fabricantes de equipos originales están logrando ofrecer nuevas tecnologías más eficaces y baratas, que impulsarán su adopción. Los expertos destacan la progresiva adopción de sistemas LiDAR, que serán vitales para los futuros vehículos autónomos.
- Sharing: la conectividad en los vehículos no se trata de tener un simple manos libres integrado o de contar con acceso a aplicaciones de entretenimiento y posicionamiento GPS. Sino que las tecnologías de vehículos conectados van a permitir la obtención de gran cantidad de datos, que propiciarán la creación de diferentes mercados vinculados a los servicios digitales, y ya están surgiendo proveedores que están estudiando nuevos modelos de negocio vinculados al transporte personal, público y comercial.
- Electrificación: según los analistas de Yole, los OEM ya han anunciado planes de inversión en la electrificación de sus vehículos por valor de más de 250.000 millones de dólares para los próximos cinco años. Esto refleja una ambiciosa hoja de ruta de cambio hacia los vehículos eléctricos, que durante esta década irán desplazando a los motores de combustión.
El avance de estas tendencias tecnológicas dentro de la industria automotriz está ligado estrechamente a la industria de semiconductores, que actualmente no es capaz de soportar el avance digital del sector automotriz. Pero en los próximos años se van a producir cambios importantes en la cadena de suministro de chips para este sector, y ya se están dando los primeros pasos para acabar con el problema.
En este estudio los analistas afirman que la gestión de la cadena de suministro va a cambiar radicalmente para incrementar la producción de semiconductores y otros componentes relacionados con los vehículos eléctricos. Para ello, los OEM de vehículos necesitan negociar directamente con los fabricantes de chips, tomando ejemplo de la industria de electrónica de consumo, para lograr tener un stock más amplio de las tecnologías más vitales para fabricar sus vehículos.
En el campo de los coches eléctricos, los fabricantes tradicionales se enfrentan a la competencia cada vez mayor de los fabricantes que se han centrado exclusivamente en los vehículos eléctricos, como Testa y los innovadores que quieren entrar en el mercado, como Apple. Además, la industria occidental necesitará reinventarse para hacer frente al gran potencial de los farbicantes chinos, que están invirtiendo masivamente en semiconductores para alimentar su propia industria automotriz, y muy especialmente en el ámbito de los coches eléctricos.
En opinión de Eric Mounier, director de investigación de mercado de Yole Développement, “el valor de los semiconductores, a nivel de chip, en los automóviles aumentará de 34.400 millones de dólares en 2020 a 78.500 millones de dólares en 2026, una tasa compuesta anual del 14,75%. El mayor crecimiento será en los vehículos eléctricos, debido al gran cambio hacia la electrificación”.
Su investigación revela que el coste promedio en semiconductores para un automóvil está en unos 450 dólares, pero para 2026 esta cifra aumentará hasta unos 700 dólares. Esta introducción de nuevas tecnologías impulsará las ventas de las categorías de chips que engloba CASE. En el campo de la conectividad, el gasto en este tipo de semiconductores pasará de los 33.000 millones de 2020 a unos 55.000 millones en 2026 (CAGR del 14.55%).
En los sistemas ADAS, se espera que el gasto aumente a una CAGR del 6,5% hasta 2026, cuando alcanzará los 60.000 millones de dólares. En el campo Sharing el gasto en semiconductores crecerá a una tasa interanual compuesta del 10,39% hasta final de este período, cuando llegará a unos 3.000 millones, y los semiconductores para la electrificación mostrarán una tasa de crecimiento impresionante, del 53,45%, llegando a 28.804 millones en 2026.