Se acelera la inversión de capital riesgo en tecnologías blockchain
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Las cadenas de bloques están demostrando su utilidad en diferentes industrias, especialmente la banca y los medios de pago, donde su alcance va mucho más allá de las criptomonedas. Su potencial para revolucionar las finanzas digitales ha incentivado la actividad de inversiones de capital riesgo en los últimos dos años, y los expertos esperan que los inversores eleven sus apuestas en lo que resta de década, llevando esta tecnología a nuevos niveles dentro de la economía global.
A pesar de que las criptomonedas siguen generando muchas dudas sobre su solidez como activo digital, la tecnología blockchain está encontrando numerosos usos en diferentes ámbitos, entre ellos las propias finanzas. Su potencial está captando la atención de los grandes inversores, que ven cómo el sector de la banca y los pagos digitales están cada vez más volcados en implementar la tecnología de cadenas de bloques para optimizar operaciones y abrir nuevas vías de negocio de cara al futuro.
Según las últimas investigaciones de GlobalData, en 2020 las inversiones de capital riesgo en el sector blockchain alcanzaron 2.100 millones de dólares, y en tan solo un año la cifra subió hasta 14.800 millones, una tendencia que continuará en los próximos años. En 2021 el mayor volumen de inversión se registró en América del Norte (6.800 millones), seguido por América Latina (3.400 millones), Europa (3.000 millones), Asia Pacífico (1.600 millones) y Medio Oriente (440 millones).
Chris Dinga, analista de pagos de GlobalData, destaca que “un sector que está invirtiendo mucho en la tecnología blockchain es la banca y los pagos. Blockchain está ayudando a la industria de pagos a administrar los giros, las monedas digitales del banco central y la tokenización de activos”. Pero admite que esta tecnología es muy reciente y todavía debe probarse más a fondo antes de que pueda ser adoptada masivamente en la infraestructura de pagos.
En su investigación, GlobalData apunta a que el mercado de software y servicios de blockchain tenía un valor de 4.000 millones en 2020, pero sus estimaciones indican que podría crecer hasta alcanzar unos 199.000 millones de dólares para el año 2030. Este progreso se verá impulsado por la integración de las cadenas de bloques dentro de tecnologías centrales del ámbito financiero como los giros, los bienes raíces y la industria financiera en general.
Actualmente, la mayoría de los proyectos de integración de blockchain todavía se encuentran en una etapa experimental, debido a la falta de regulación y de trabajadores cualificados, lo que hasta ahora ha dificultado la adopción de cadenas de bloques en la infraestructura financiera. Dinga señala que “si bien la criptomoneda es la aplicación más popular, solo representa una aplicación potencial de la tecnología. Sin embargo, los gobiernos y las empresas están explorando diferentes formas de adaptar la tecnología a sus necesidades”.
En este sentido, más de 90 bancos centrales han mostrado interés en desarrollar monedas digitales del banco central (CBDC), y la mayoría se basarán en blockchain. Hasta ahora, pocos países han logrado lanzar sus propias criptomonedas, pero es probable que la eventual llegada del e-yuan que está preparando China estimule el surgimiento de más divisas digitales en otros países.
Aunque Dinga cree que “si el e-yuan se adopta con éxito en China, es probable que otros países se den cuenta y determinen si deben hacer lo mismo. La clave del éxito es la adopción masiva y, como país comunista, China puede exigir que las empresas y los ciudadanos usen su moneda digital, poderes que las democracias occidentales no tienen”.