La robótica colaborativa solo es un paso hacia el futuro de la automatización industrial

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En el último año la robótica colaborativa está copando muchos titulares y se están realizando numerosos avances en el campo de los cobots, con el lanzamiento de nuevos brazos robóticos capaces que trabajan en sintonía con los humanos. Pero ciertas voces afirman que esta tecnología es solo un paso más en la evolución hacia un nuevo paradigma de la automatización industrial.

Los nuevos robots colaborativos se postulan como una revolución en la industria 4.0, ya que permiten reconciliar los esfuerzos de automatización de las fábricas con las aspiraciones laborales de los trabajadores. Estas máquinas están pensadas para apoyar a los empleados en trabajos pesadas, agilizando sus tareas, reduciendo los errores humanos y los accidentes laborales.

Pero sus aplicaciones no abarcan el conjunto total de operaciones de producción en las fábricas, sino que se centran en aquellas áreas en las que pueden apoyar a los humanos. Para muchos está claro que suponen una mejora, pero para otros se está exagerando su verdadero impacto en la industria, y cada vez más expertos opinan que solo son un paso más en el camino hacia un nuevo paradigma de la automatización, y que no representan una revolución por sí mismos.

Esta es la opinión que se expresa en un reciente informe de la firma ABI Research, en el que han recogido el sentir de los expertos en la materia. Según sus observaciones y comentarios, el concepto de cobots tiene mucho potencial ya que, a priori, permite la instalación de robots más baratos y fáciles de programar, que además pueden trabajar junto a los humanos para mejorar la eficiencia. Pero también afirman que su valor real está siendo sobreestimado, y que no representan una verdadera disrupción en la industria, sino que son una tecnología paralela que aporta nuevas herramientas a las industrias tradicionales, que realmente no propiciarán un cambio definitivo.

En palabras de Rian Whitton, analista senior de ABI Research, “Desde 2008, los robots de colaboración han sido adoptados a un ritmo febril”.  Pero señaló que no se están explotando al máximo los beneficios que aportan los cobots en cuanto a la flexibilidad y el ahorro de costos, ya que no se está invirtiendo adecuadamente en esta tecnología. Este informe también muestra que los proveedores de estas tecnologías están creciendo, pero sus ofertas son todavía demasiado caras o complejas de implementar, lo que limita su adopción.

En cifras, los analistas de ABI Research pronostican que el mercado de robots colaborativos crecerá hasta alcanzar un valor de 5.800 millones de dólares en 2027, de los que 2.000 millones provendrán de la industria automotriz y a los fabricantes de componentes para este sector. Además, buena parte de los ingresos totales se deberá al software, y los expertos indican que la oferta de brazos robóticos colaborativos se irá volviendo más indistinguible de la de los robots industriales convencionales, lo que permitirá abrir más el mercado.

Según Whitton, “Algunos proveedores enfatizan la agilidad que proporciona el séptimo eje de sus brazos, otros se centran en un controlador intuitivo y algunos se centran en desarrollar bots con mayor carga útil, pero en general, la innovación de hardware ha sido limitada y el ecosistema actual es demasiado grande para evitar la consolidación en el los próximos años”.

Además, opina que los clientes no deberían pensar en la robótica colaborativa como un sustituto para los robots industriales tradicionales, sino como una tecnología paralela que apoye las estrategias de automatización industrial, pero que finalmente convergerá con los sistemas convencionales. Determinadas tecnologías, como la visión artificial, la ubicación, los sensores y la mecatrónica, permitirán mejorar los cobots y su seguridad en los entornos de trabajo. Otras, como 5G, la nube y la inteligencia artificial en el borde incrementarán el rendimiento de este tipo de robótica y, según Whitton, “Esto permitirá el desarrollo gradual de cobots con ventajas asociadas a los brazos robóticos industriales, al tiempo que conserva los beneficios de los sistemas de colaboración actuales, que incluyen la facilidad de uso, el retorno de la inversión, la reprogramación, la huella reducida y la flexibilidad”.