Los operadores de telecomunicaciones apuestan por IoT de baja potencia

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El despliegue de IoT de baja potencia va a acelerarse en los próximos años y gran parte de ello se deberá a la apuesta de los operadores de telecomunicaciones. Estas empresas están buscando nuevas fuentes de ingresos, y estas tecnologías les proporcionan oportunidades interesantes para ofrecer infraestructura y servicios inalámbricos para clientes interesados en soluciones de bajo costo y ancho de banda.

En el avance de un reciente estudio elaborado por Juniper Research los investigadores pronostican que los ingresos de las tecnologías IoT de baja potencia superarán los 2.600 millones de dólares para el año 2024. Esto supondrá un impresionante crecimiento del 800% desde 2019, cuando se prevé un valor de mercado total de 290 millones de dólares. Estas tecnologías abarcan diferentes soluciones de conectividad inalámbrica de bajo precio, que proporcionan un ancho debanda limitado pero que tienen aplicación en diferentes industrias, por ejemplo, para el seguimiento de activos.

Las cifras de este estudio indican que en 2019 se contabilizarán unos 4 millones de conexiones IoT de baja potencia, una cifra que crecerá de forma explosiva hasta unos 156 millones para el año 2024. Este crecimiento inusitado se deberá a que estas tecnologías, como LTE-M o NB-IoT, tienen un coste mucho menor que el de los sistemas de conexión actuales. Y los clientes demandan soluciones más económicas para sus despliegues IoT en numerosos sectores, desde la industria a la logística o la atención sanitaria.

Aunque los expertos también informan que otras tecnologías que emplean un espectro sin licencia, como Sigfox o LoRa, generarán una importante competencia para el mercado de IoT de baja potencia celular. En parte porque tienen un coste aún menor, lo que aumenta la rentabilidad en ciertos casos de uso, y se espera que puedan acaparar más de 160 millones de conexiones para final de este período. Por ello, recomiendan a los proveedores de servicios IoT de baja potencia que ofrezcan tecnologías celulares existentes, como 4G y 5G, junto con sus propuestas IoT de baja potencia, de forma que puedan competir con capacidades mejoradas.

Esta investigación identifica los principales casos de uso que despertarán este mercado, señalando los proyectos de ciudades inteligentes como uno de los que están más preparados para la irrupción de IoT de baja potencia. Concretamente las aplicaciones para la monitorización inteligente del tráfico, el estacionamiento inteligente y la recolección de residuos con tecnologías conectadas.

En palabras de Sam Baker, autor de esta investigación, “El concepto de una ciudad inteligente se ha visto obstaculizado por la inversión sustancial requerida y la falta de claridad en asegurar un retorno de esta inversión. Estas tecnologías de IoT de bajo costo permiten a las partes interesadas asegurar un retorno más rápido de la inversión, y un mejor aprovechamiento de la propuesta de ciudad inteligente”.