El modelado urbano y los gemelos digitales revolucionarán las ciudades

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La forma en que se diseñan y administran las ciudades está cambiando gracias a las nuevas tecnologías, y dos de las que más influencia van a tener en estos entornos son el modelado urbano y los gemelos digitales. La primera permite optimizar el diseño de las ciudades y la segunda contar con una herramienta tremendamente útil para monitorizar la ciudad y predecir posibles incidencias que afecten a sus infraestructuras y servicios.

El concepto de ciudades inteligentes ha ido enriqueciéndose a medida que la transformación digital y la evolución tecnológica han dado a luz innovaciones como los gemelos digitales o las técnicas de modelado urbano. Mediante estas últimas es posible diseñar ciudades o barrios nuevos teniendo en cuenta las necesidades de la población y de los negocios, como la infraestructura de alcantarillado, el suministro de agua, luz o gas, o el transporte urbano, entre otras muchas cosas. Esto permite generar un diseño digital muy complejo, que tiene en cuenta todas las variables que intervienen en la planificación urbana.

Los gemelos digitales, en el ámbito de las Smart Cities, consisten en un duplicado informatizado de la ciudad, que también tiene en cuenta todas esas características, pero que se actualiza con la información proveniente de los sistemas de monitorización que hay instalados en toda la urbe. Esto abarca desde el control del tráfico a los sistemas de suministros básicos, la calidad del aire, la meteorología, el transporte y los flujos de personas. Esta herramienta ya ha demostrado ser muy útil en algunos de estos casos concretos, pero aplicada a una escala de toda la ciudad se convierte en la mejor forma de estar al tanto del funcionamiento de la ciudad a todos los niveles, y de predecir posibles problemas o incidencias.

Estas tecnologías están proliferando entre los proyectos más avanzados de ciudades inteligentes y sistemas de planificación y gestión urbana, y los expertos prevén que su mercado crecerá de forma destacada en los próximos años. Como ejemplo, los analistas de la firma ABI Research, en su último informe señalan que la base instalada de despliegues de estas tecnologías crecerá hasta más de 500 para el año 2025.

En palabras de Dominique Bonte, vicepresidente de End Markets en ABI Research, “Originalmente desarrollado para sistemas industriales, el concepto de gemelos digitales ahora se está extendiendo al entorno de las ciudades inteligentes. Sin embargo, no será un único gemelo digital tipo Uber para una ciudad entera, sino más bien una agregación e integración de gemelos digitales específicos del dominio para sistemas como edificios inteligentes, infraestructura de tráfico, redes de energía y gestión del agua”.

Otros casos de uso que identifican los expertos para estas dos tecnologías en los entornos urbanos son la simulación de movimientos de personas, las evacuaciones de emergencia, el modelado de riesgos de inundación, el diseño inteligente de edificios, la gestión inteligente de energía, el modelado y la simulación de tráfico, la monitorización y predicción de la calidad del aire, el modelado de infraestructura verde, la economía urbana circular o el análisis de amenazas cibernéticas.

Aunque los beneficios de estas tecnologías son más que evidentes, también se enfrentan a una serie de desafíos importantes hasta convertirse en parte fundamental de todos los proyectos Smart City. El principal es el coste, ya que los sistemas de modelado urbano y los gemelos digitales requieren infraestructuras TI muy potentes para funcionar bien. Además, el ROI es un punto clave que cuesta justificar en el caso de tecnologías tan costosas y de tan amplio espectro.

Pero, a pesar de estos y otros retos a los que se enfrentan estas innovaciones, los expertos creen que estas tecnologías se convertirán en la clave del éxito de los proyectos de ciudades digitales e inteligentes. En algunos casos comenzarán a implementarse desde el principio, y en otros será en fases más avanzadas, pero serán clave para la optimización de recursos y la mejora de servicios y operaciones de todo tipo. Porque, según señaló Bonte en su informe, “agregar una capa delgada de tecnología IoT sobre la infraestructura heredada ya no será suficiente para abordar los múltiples desafíos que las ciudades enfrentarán en el futuro”.