Nacen las Smart Cities de código abierto
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Las grandes empresas tecnológicas se suman a la iniciativa Urban Computing Foundation para desarrollar estándares de ciudades conectadas basados en código abierto. Con ello quieren facilitar el avance de este concepto de forma más democratizada, ayudando a que el ecosistema tecnológico vinculado a las Smart Cities crezca más rápidamente en todo el mundo.
Recientemente se ha lanzado la Urban Computing Foundation, un proyecto vinculado a la Linux Foundation, cuyo objetivo es desarrollar estándares de código abierto para las ciudades inteligentes. Esta iniciativa, que ya cuenta con el apoyo de numerosas empresas tecnológicas de primer nivel, como Facebook, Google, IBM, Uber, y con el respaldo de entidades académicas como el MIT, quiere construir un ecosistema de desarrollo más abierto para las Smart Cities, facilitando que los proveedores de tecnología creen soluciones capaces de entenderse entre sí con más facilidad.
Esto beneficiará mucho a los proyectos presentes y futuros de ciudades inteligentes y altamente conectadas, que podrán integrar tecnologías más fácilmente y con mejores resultados, incrementando las posibilidades de interacción e integración de tecnologías provenientes de diferentes proveedores. Esto abarca áreas clave como el transporte y la movilidad, la seguridad, el control del tráfico, el consumo de energía o la monitorización de las condiciones ambientales, pero las puertas están abiertas para desarrollos de otros campos.
El respaldo de los grandes de la industria tecnológica tiene sentido a la luz de la situación que se está generando en las ciudades que han iniciado sus proyectos de Smart City. En estas localidades el volumen de datos que se generan cada día es verdaderamente abrumador, y solo la colaboración entre los diferentes actores que intervienen en estos grandes proyectos puede proporcionar la capacidad de administrar toda esta información, y sobre todo de aprovecharla para mejorar tanto la gestión de las infraestructuras digitalizadas como los negocios vinculados.
Los retos se encuentran en la capacidad de recoger, almacenar y administrar todos estos datos, pero también en el creciente consumo de ancho de banda, a medida que las iniciativas Smart City van escalando a nuevos sectores. Y una de las posibilidades que más está atrayendo a las empresas privadas es que los datos se puedan abrir a usos comerciales, algo en lo que están interviniendo empresas como Uber, que tiene mucho interés en emplear los datos generados por las infraestructuras de la ciudad para mejorar su plataforma de transporte.
Pero las posibilidades son ilimitadas, ya que muchas empresas privadas pueden encontrar grandes beneficios en la utilización de los datos de ciudades inteligentes para mejorar sus negocios a escala local. Aunque para lograrlo sed debe abordar la cuestión de la privacidad de los datos personales, algo sensible cuando se habla de los flujos de movimiento de personas y sus hábitos dentro de la ciudad. Las autoridades deben garantizar el cumplimiento normativo antes de platearse la comercialización de esta información, pero las compañías privadas van a presionar para lograr acceso a esta información, y para ello han decidido colaborar entre sí y con las administraciones en la construcción de las infraestructuras que requieren las ciudades inteligentes.