Aumenta la cantidad de vehículos que podrían ser autónomos
- Infraestructura
La conducción autónoma no ha sido autorizada por los gobiernos, pero ya se están desarrollando las regulaciones necesarias en muchas regiones, y se están construyendo todas las infraestructuras que darán vida a este concepto. Mientras tanto, la industria automotriz está incrementando la cantidad de vehículos que podrían funcionar de forma autónoma, que para el año 2023 podrían sumar unos 740.000 unidades.
Poco a poco se está progresando en la creación de un ecosistema real de vehículos autónomos, algo que no solo mejorará las condiciones de los desplazamientos privados, sino que hará mucho más eficiente el transporte de todo tipo de mercancías, con un impacto sin precedentes en la industria de la logística. Por ahora no se pueden usar las capacidades de conducción autónoma, pero sí existen y cada vez más coches las integran, en previsión de que se puedan usar cuando se active la posibilidad de que se muevan solos.
Y no se trata de que aparquen sin intervención del conductor, sino que operen de forma totalmente autónoma en carreteras y en poblado. Según los expertos de Gartner, ya en 2018 la cantidad estimada de vehículos con capacidades autónomas en todo el mundo era de 137.129 unidades, una cifra que este año habría subido en otras 332.932 unidades. Y se espera que este número continúe creciendo en los próximos años, con previsiones de que para 2023 podrían sumarse otros 745.705 vehículos más.
Esas cifras se refieren a los vehículos que cuentan con el hardware necesario para operar de forma autónoma y, según Gartner, no representan las ventas netas sino que muestran el cambio neto en vehículos que estarán preparados para ser autónomos. En cualquier caso, señalan que este crecimiento se producirá con más intensidad en América del Norte, China y Europa Occidental, donde están los países más avanzados en materia de regulación, y también en cuanto a la tecnología necesaria para dar soporte a los vehículos sin conductor.
En opinión de Jonathan Davenport, analista principal de investigación en Gartner, “Actualmente no hay vehículos autónomos avanzados fuera de la etapa de investigación y desarrollo que operen en las carreteras del mundo. Actualmente hay vehículos con capacidades autónomas limitadas, pero aún dependen de la supervisión de un conductor humano. Sin embargo, muchos de estos vehículos tienen hardware, incluidas cámaras, radares y, en algunos casos, sensores LIDAR, que podrían soportar una autonomía total”.
Ante esta situación, señaló que “Con una actualización de software, estos vehículos podrían comenzar a operar a niveles más altos de autonomía, por lo que los clasificamos como listos para la autonomía”. Y destaca que estas cifras revelan un crecimiento muy tímido de los vehículos comerciales con respecto a los de consumo. Mientras que para el año que viene se prevé que haya unos 325.682 vehículos de consumo preparados para la conducción autónoma, solo habrá unos 10.590 en el segmento de los vehículos comerciales.
En este sentido, Davenport afirmó que “Las empresas no desplegarán vehículos autónomos hasta que esté claro que pueden operar legalmente sin supervisión humana, ya que los fabricantes de automóviles son responsables de las acciones del vehículo durante la operación autónoma. A medida que vemos regulaciones más estandarizadas sobre el uso de vehículos autónomos, la producción y la implementación aumentarán rápidamente, aunque pueden pasar varios años antes de que eso ocurra”.
Otra barrera que identifica es el coste de las tecnologías que integran los vehículos autónomos, tanto los sensores avanzados como el hardware de computación, almacenamiento y comunicaciones, que encarecen bastante el precio de los vehículos. Pero prevé que componentes como los sensores bajen en torno a un 25% su precio para el año 2026, contribuyendo a la expansión de estas tecnologías.
Mientras tanto, Davenport destacó que actualmente “Los robo taxis de investigación y desarrollo con capacidades avanzadas de conducción autónoma cuestan entre 300.000 y 400.000 dólares cada uno. Los sofisticados dispositivos lidar, que son un tipo de sensor necesario para estos vehículos autónomos avanzados, pueden costar más de 75.000 dólares por unidad, que es más del doble del precio de un automóvil de consumo promedio. Esto pone la tecnología de vehículos autónomos de alto nivel fuera del alcance del mercado principal, al menos por ahora”.