La industria y los usuarios de drones se enfrentan a nuevas regulaciones

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Desde que la tecnología de drones comenzó a expandirse a nuevos campos, el uso de estas aeronaves se ha salido de control y las autoridades europeas están cada vez más preocupadas por los riesgos. Ejemplos de ello se están viendo en países como Reino Unido, donde se va a lanzar un sistema de registro para identificar a los pilotos, ya sean amateur o profesionales, con el fin de evitar que continúe la proliferación de vuelos no autorizados.

El espacio aéreo se está plagando de aeronaves pilotadas remotamente (RPA), conocidas como drones, y cada vez es más difícil controlar que estos aparatos invadan áreas donde su vuelo está prohibido o sujeto a autorización por parte de las autoridades de seguridad aérea. La intromisión de drones personales en zonas donde operan otros vehículos aéreos, o donde se está trabajando con drones profesionales que verdaderamente han sido autorizados a operar, genera importantes riesgos de seguridad.

Esto se ha convertido en un problema que no para de crecer. Y los gobiernos europeos están cada vez más más preocupados por los riesgos y posibles accidentes. Ejemplos de este tipo de problemas se han visto recientemente en aeropuertos y otras instalaciones donde han irrumpido drones, poniendo en riesgo la vida de personas y la integridad de infraestructuras.

Para acabar con esto el Reino Unid acaba de lanzar una nueva regulación para crear un censo de pilotos y drones, de forma que todos estén registrados y puedan ser identificados por sus respectivos vehículos. Este plan ha sido desarrollado por la Autoridad de Aviación Civil (CAA), y a partir de finales de noviembre obligará a todos los pilotos de drones a registrar cualquier aeronave que posean y que mese entre 250 gramos y 20 kilogramos, y obligará a que los propietarios de estos aparatos sean mayores de 18 años. Los menores también deberán registrarse, pero no podrán volar sin supervisión.

Estas regulaciones no suponen aparentemente un gran cambio con respecto a las que pueda haber, por ejemplo en España, pero sí conllevan una incremento de las sanciones por incumplimiento, que son de 1.000 libras en adelante, dependiendo de la infracción. Además, todos los pilotos de drones deberán pasar exámenes para identificarse como piloto autorizado, renovar su licencia cada tres años y pagar una tarifa anual de 9 libras por cada dron.

Esto, además, permitirá reducir el problema de los drones perdidos dentro del Reino Unido. Como han indicado desde la CAA, “Con más de una cuarta parte de los propietarios de drones admitiendo haber perdido su dron, este servicio en dronesreunited.uk podrá ayudar a reconectar a los propietarios con sus dispositivos perdidos gracias al nuevo sistema de registro de drones del Reino Unido”. Aunque la realidad es que este argumento parece más una excusa que un motivo real para crear un censo obligatorio y elevar las multas y la recaudación.

En cualquier caso, el espacio aéreo está cada vez más lleno de drones, y en un futuro muy próximo las empresas los utilizarán para todo tipo de trabajos, y los gobiernos de Europa están preparando regulaciones específicas para estas actividades, mientras que la Comisión Europea trabaja a un ritmo aparentemente más lento en la regulación europea de las actividades de estos vehículos.

Porque, si actualmente ya se están utilizando en la agricultura, la construcción, la seguridad pública o las inspecciones técnicas industriales, en breve comenzarán a utilizarse drones para el reparto de mercancías y otras funciones de carácter comercial que requerirán un control más estricto. Y no se descarta involucrar más a los propios fabricantes, para que se vean obligados a tener un papel más destacado en la identificación de las aeronaves y sus pilotos, desde el mismo proceso de compra y en el mantenimiento periódico de estos vehículos.