Las redes públicas se ponen a prueba ante la sobrecarga de uso por el coronavirus

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Mientras la población española en su mayoría se ve recluida en sus hogares para frenar el contagio, el uso de las redes de datos se intensifica, especialmente por el consumo de contenidos multimedia a través de Internet y el juego online. Esto está generando una gran presión a los operadores de redes, y las empresas comienzan a sufrir problemas durante las horas en las que se generan picos de tráfico.

La expansión de la pandemia está teniendo un profundo impacto en numerosos sectores, entre ellos las redes de datos, que se enfrentan a un crecimiento enorme en el flujo de datos. Como ejemplo está el pico histórico de tráfico registrado el pasado día 14, cuando en el nodo de interconexión de DE-CIX Madrid se registró un máximo de 468,39 Gigabits por segundo. Esto se produjo a las 20:36 de un sábado, lo que viene a ser “hora punta”, pero da una muestra de cómo está aumentando el uso de Internet.

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Con buena parte de la población española recluida en sus hogares para frenar el virus, el consumo de datos está creciendo de forma exponencial. Y no se espera que esta tendencia se mitigue a corto plazo, ya que la contención va a durar al menos varias semanas más. A la luz de la emergencia sanitaria actual, muchas empresas están enviando a sus empleados a casa para teletrabajar, lo que suma más tráfico de internet. Pero lo que más está incrementando el uso de las redes es el enorme tráfico de transmisión multimedia, que está poniendo a prueba a los proveedores de contenidos como Netflix, entre otros.

Esto está saturando las redes a niveles nunca antes vistos en España, y también en otros países como Europa, donde los principales nodos siguen superando sus anteriores récords históricos de tráfico. Esto comienza a afectar a las empresas que más ancho de banda necesitan, y que están comenzando a notar una merma en su capacidad de comunicarse, así como en el uso de la nube y la prestación de servicios digitales a sus clientes y socios.

En palabras de Theresa Bobis, directora regional del sur de Europa en DE-CIX, “el consumo de internet tiene ahora si cabe un papel más importante en la sociedad, como consecuencia de la estacionalidad y del contexto en el que se encuentran los ciudadanos a causa del COVID-19. Las altas tasas de crecimiento de la transferencia de datos obedecen en gran medida al elevado consumo de streaming de vídeo, no solo de los servicios de vídeo bajo demanda, sino también a retransmisiones informativas en directo y a las videollamadas por Skype o WhatsApp”.

Ante esta situación, las autoridades instan a los ciudadanos a hacer un uso responsable de los servicios online, pero es imposible que las personas dejen de recurrir al consumo de contenidos multimedia, a las comunicaciones digitales con otras personas o al juego online como vías de escape. Ni tampoco a las empresas, que necesitan incrementar su flujo de comunicaciones para mantener el contacto con los empleados que trabajan a distancia.

Por ello, cabe esperar que las tradicionales horas punta registren nuevos picos récord, pero también que se produzca una mayor saturación de las redes en horarios en los que tradicionalmente los flujos de información han sido menores. Así, los operadores se verán obligados a reforzar sus capacidades de acceso a Internet para proporcionar servicios más estables a los clientes empresariales, y para ello se apoyarán en los proveedores de interconexión, tanto los que operan los principales nodos públicos como los que proporcionan redes de ámbito privado.