La implementación de 5G se enfrenta a nuevos retos este año

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Teniendo en cuenta los problemas que está causando la pandemia en todo el mundo, la industria de telecomunicaciones se prepara para una ralentización de sus objetivos para este año. El más importante era desplegar las infraestructuras que darán soporte a las futuras redes 5G, un proceso que se va a ralentizar este año, reduciendo a su vez los ingresos del mercado de infraestructuras 5G en un 10%.

Se está produciendo una gran polémica sobre cómo deben construirse las redes 5G, si con plataformas propietarias o de código abierto, tipo OpenRAN, y a la vez se está produciendo una guerra abierta entre Estados Unidos y ciertos proveedores chinos de infraestructuras para redes 5G, como Huawei. Todo ello está alterando la hoja de ruta de los proveedores de telecomunicaciones, que están teniendo dificultades para seguir una estrategia clara. Al mismo tiempo, la irrupción del coronavirus ha afectado a los planes de despliegue de las infraestructuras 5G, una operación costosa que genera riesgos en el contexto actual de ralentización económica.

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Según una reciente investigación de ABI Research, en 2020 los ingresos de los proveedores de infraestructuras de red 5G podrían bajar un 10%, quedándose en unos 2.100 millones de dólares. Sus analistas afirman que a pesar de las discusiones acerca de la opción de construir redes abiertas, las redes 5G más avanzadas todavía dependen de los principales proveedores de infraestructuras a nivel mundial. Y estas empresas están teniendo problemas en su cadena de suministro, lo que está provocando la caída de ingresos.

En opinión de Jiancao Hou, analista senior de ABI Research, “el brote actual de virus probablemente retrasará el despliegue de sistemas avanzados de 5G NR, incluyendo la tecnología MIMO, de múltiples entradas y salidas, y las antenas activas que varios operadores ya han comenzado a implementar”. En su opinión, “esto puede significar que los operadores que ya han implementado un número significativo de estaciones base estarán en una mejor posición para convertirse en los primeros en adoptar 5G y beneficiarse de una transición de las generaciones anteriores, pero esto dependerá de la disponibilidad de teléfonos relevantes”.

A más largo plazo, Hou opina que, “aunque el impulso de 5G se ralentizará, surgirán nuevos casos de uso. Es importante que los operadores móviles amplíen su cadena de suministro y eviten un mercado de infraestructura de un solo proveedor. Aparte de eso, los efectos del brote vírico probablemente aceleren los casos de uso y los servicios más innovadores. Por ejemplo, considerando un escenario de comunicaciones de baja latencia ultra confiable de 5G (URLLC), si la cirugía y la monitorización de la salud se pueden realizar de forma remota, el médico no necesitará conocer físicamente al paciente infectado con el virus”.

Para Hou, la situación actual está dando importantes lecciones a los operadores de redes de telecomunicaciones y a las autoridades competentes. La principal es que tener una dependencia excesiva de los principales proveedores de infraestructuras resta margen de acción a los operadores, y puede acabar teniendo consecuencias graves en casos de falta de suministro, como está sucediendo durante la pandemia.