La polémica sobre el reconocimiento facial de uso policial hace reaccionar a la industria

  • Infraestructura

Las autoridades de varias regiones como Reino Unido y Estados Unidos han querido implementar sistemas de reconocimiento facial para uso policial, lo que ha suscitado una gran polémica por la violación de privacidad. Como consecuencia, varios proveedores de estas tecnologías se han ido retirando de la competencia, el último de ellos IBM, que solicita una reforma de la normativa antes de proceder.

Desde que se anunció que la policía de Reino Unido iba a utilizar sistemas de reconocimiento facial para “garantizar la aplicación de la ley”, se ha generado una gran polémica sobre la posible violación de la privacidad. Los responsables de la Policía Metropolitana han defendido su uso, diciendo que las críticas son inexactas o basadas en mala información, y que esto debería preocupar menos que la tasa de delitos, especialmente los violentos.

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Pero la sociedad está cada vez más en contra, tanto dentro de este país como en Estados Unidos, donde hace mucho tiempo que las agencias gubernamentales han querido usar esta tecnología para hacer cumplir la ley. Tras evaluar las posibilidades de este mercado, los principales proveedores de soluciones de reconocimiento facial están comenzando a retirarse del juego, esperando a que los reguladores desarrollen una normativa al respecto, y a que se implanten normas en cuanto al uso de esta tecnología por parte de la policía.

Hace poco, Microsoft se retiró de la carrera por la creciente preocupación de la sociedad británica, y ahora IBM ha decidido seguir el mismo camino, cancelando los programas de reconocimiento facial de Big Blue y reclamando una nueva regulación. En una reciente carta enviada al Congreso de los Estados Unidos por el CEO de IBM, Arvind Krishna, se afirma que la empresa ya no ofrecerá, desarrollará o investigará tecnología de reconocimiento facial.

Aludió a que, desde la aprobación en 1953 de la Ley de Derechos Civiles, IBM se ha posicionado a favor de la igualdad de oportunidades, y quiso recalcar que este compromiso se traslada a IBM Watson, por lo que no usará esta tecnología para espiar a sus empleados ni la ofrecerá para su uso en la aplicación de la ley. Esto responde a los temores de que se pueda usar con fines discriminatorios, sobre todo cuando se combine con sistemas de IA en los que puede haber sesgos graves.

En este sentido, señaló que las trágicas muertes de George Floyd, Ahmaud, Arbery, Breonna Taylor y muchos otros “nos recuerdan que la lucha contra el racismo es tan urgente como siempre. Con ese fin, a IBM le gustaría trabajar con el Congreso en busca de la justicia y la equidad racial, enfocados inicialmente en tres áreas clave de política: reforma policial, uso responsable de la tecnología y ampliación de habilidades y oportunidades educativas”.

Por ello, aboga por una reforma legal y afirma tajantemente que “IBM ya no ofrece software de análisis o reconocimiento facial IBM de uso general”. En su carta dice que “IBM se opone firmemente y no tolerará el uso de ninguna tecnología, incluida la tecnología de reconocimiento facial ofrecida por otros proveedores, para la vigilancia masiva, el perfil racial, las violaciones de los derechos humanos y las libertades básicas, o cualquier propósito que no sea coherente con nuestros Valores y Principios de Confianza y Transparencia. Creemos que ahora es el momento de comenzar un diálogo nacional sobre si las agencias nacionales de aplicación de la ley deben emplear la tecnología de reconocimiento facial y cómo”.

Aunque esta carta va dirigida al Congreso de los Estados Unidos, las preocupaciones de IBM se trasladan al otro lado del Atlántico, principalmente a países como Reino Unido. Aquí, los graves fallos de identificación de sospechosos de delitos han demostrado los problemas que puede generar un uso incontrolado de esta tecnología en el campo de la seguridad ciudadana, algo que ya se había producido anteriormente en Estados Unidos.