Los gobiernos invierten cada vez más en investigación robótica

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Los gobiernos invierten cada vez más en investigación robótica

En situaciones de crisis como la que estamos experimentando a causa de la pandemia la robótica se muestra como una de las tecnologías fundamentales para que ciertas industrias puedan seguir operando. Conscientes de ello, los gobiernos están aumentando sus inversiones en el campo de la investigación robótica, con lo que pretenden desarrollar capacidades propias en este campo tecnológico.

En mayor o menor medida, la mayoría de países desarrollados de Asia, Europa y Norteamérica cuenta con cierta capacidad en el ámbito de la robótica, aunque algunos países tradicionalmente han tenido más vinculación con estas tecnologías, como es el caso de Japón, China, Corea o Estados Unidos. Durante lo peor de la actual crisis del coronavirus la robótica ha ayudado a ciertas industrias a mantener un nivel aceptable de funcionamiento, por ejemplo en la fabricación, en ciertos campos de la ingeniería o en el transporte de mercancías pesadas.

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En estas áreas ha jugado un papel análogo al que han tenido la nube, la inteligencia artificial o las herramientas de comunicaciones y colaboración, convirtiéndose en un activo fundamental para garantizar las operaciones. Por ello, los gobiernos están planificando nuevas inyecciones de capital en sus planes de inversión en robótica, algo que han constatado los expertos de la Federación Internacional de Robótica (IFR) en su último informe, donde además destacan importantes diferencias en el enfoque de cada uno.

Como comenta el Dr. Jong-Oh Park, vicepresidente del Comité de Investigación de IFR y miembro de la Junta Ejecutiva de esta institución, “cada país tiene sus propias características de los programas de robots en función de sus antecedentes e historia específicos. Por lo tanto, vemos que los programas de robótica establecidos por los países más avanzados en el campo de la robótica tienen un enfoque estratégico muy diferente”.

Si hay un plan gubernamental que destaca por encima del resto es el de Made in China 2025, una ambiciosa hoja de ruta desarrollada por el gobierno de este país para mejorar las capacidades de fabricación dentro de sus fronteras, dejando de depender tanto de las empresas extranjeras que se han afincado en el país. En él, además de muchos otros avances, se contempla una inversión agresiva en el campo del desarrollo de robots avanzados en las 10 principales industrias del país. Según la IFR, estas comienzan con el Plan de Desarrollo de la Industria de Robots para China en 2020, que tiene varios objetivos. 

El primero es el desarrollo de entre 3 y 5 fabricantes de robots nacionales, con capacidad para competir en el mercado global. Además, contempla la creación de entre 8 y 10 grupos industriales relacionados con la robótica, lograr que el 45% de la cuota de mercado nacional de robots de gama alta sea cubierta por empresas nacionales y, finalmente, aumentar la densidad de robots en el país a 100 robots por cada 10.000 trabajadores. 

Por su parte, Japón es el país más importante en cuanto a la innovación en la industria mundial de robots, ya que no solo cuenta con algunas de las mejores empresas de fabricación de estas máquinas, sino que se invierte mucho capital público y privado en I+D en este campo. Según la IFR, en 2018 Japón suministró el 52% de todos los robots vendidos en todo el mundo, y el año pasado incrementó a 351 millones de dólares el presupuesto relacionado con robots. Mientras tanto, en Corea del Sur las autoridades y las industrias se han propuesto el objetivo de convertirse en líderes de la robotización industrial, a través de regulaciones como la Ley de Desarrollo Inteligente de Robots y Promoción de Suministros.

Según afirman desde la IFR, con el tercer plan básico para robots inteligentes, publicado el año pasado, tienen la intención de promover el uso de estas máquinas inteligentes en áreas como la industria manufacturera, la atención médica o la logística, entre otros campos. Este año han destinado un presupuesto de 126 millones de dólares a este plan, y los expertos destacan que en cinco años el país ha duplicado el número de robots industriales en funcionamiento, que en 2018 alcanzaron las 300.000 unidades.

En cuanto a la Unión europea, existen diferentes proyectos de inversión pública en robótica, contemplados dentro del marco del programa Horizonte 2020, entre los que se contempla financiar la investigación y el desarrollo de robots en varios campos específicos. Estos abarcan desde la fabricación al uso comercial y sanitario, el gran consumo, en transporte y la robótica destinada a la industria agroalimentaria. Este programa incluye fondos de unos 780 millones de dólares para la financiación de proyectos de investigación e innovación en robótica durante los próximos siete años. Y se suman a los 173 millones de dólares destinados a la creación de herramientas de diseño y configuración de robots, y a muchas otras inversiones públicas realizadas en buena parte de los países miembros de la UE.

Finalmente, desde la IFR destacan las inversiones realizadas en Estados Unidos a través de la Iniciativa Nacional de Robótica (NRI), cuyos objetivos abarcan el apoyo a los proyectos de ciencia fundamental, tecnología y sistemas integrados necesarios apra el desarrollo de robots colaborativos. Esta es un área que está expandiéndose, apoyada por las mejoras en tecnologías como sensores, plataformas TI, inteligencia artificial, comunicaciones, mecatrónica y otros campos tecnológicos.

Además, los expertos señalan que la segunda parte del plan NRI trata de fomentar a colaboración entre las instituciones académicas, la industria, las ONGs y otros tipos de organizaciones. Aunque el presupuesto de este plan fue de 35 millones de dólares el año pasado, se prevé que pueda incrementarse en el futuro. Además, existen otros planes pensados para impulsar el desarrollo de la robótica en Estados Unidos, vinculados a la defensa, la nueva conquista del espacio o el relanzamiento de la producción industrial en el país.