El estándar WiFi 6 comienza a expandirse en los equipos para instalaciones del cliente

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Las redes inalámbricas necesitan evolucionar para proporcionar un mayor ancho de banda y gestionar mejor la conexión de múltiples dispositivos, dos cuestiones clave tanto en los lugares públicos como en los hogares. WiFi 6 proporcionará este salto en velocidad y capacidad multidispositivo con respecto a los estándares anteriores, y en los próximos cinco años se convertirá en el principal motor de ventas del mercado de equipos para instalaciones del cliente (CPE).

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El ecosistema de dispositivos conectados no para de crecer, y el uso que se hace de ellos exige cada vez más ancho de banda, ya sea para usos comerciales o para disfrutar de formas de ocio digital que generan grandes flujos de datos, como la transmisión de vídeo o el juego online. Las tecnologías wireless han ido mejorando para adaptarse a las necesidades de más velocidad y de gestión multidispositivo, enfocándose especialmente en dotar a los puntos de acceso de capacidad para proporcionar conexión a todo tipo de aparatos inalámbricos.

Pero el estándar WiFi 802.11ac ya se está quedando corto, habida cuenta de la gran cantidad de smartphones, tabletas, periféricos inalámbricos, cámaras y otros dispositivos que se están expandiendo en los ecosistemas empresariales, en los lugares públicos y en los hogares. Aunque la inmensa mayoría de estos aparatos emplean estándares WiFi antiguos, el volumen de conexiones y el uso que se hace de ellos pone a prueba las capacidades de los puntos de acceso actuales.

Modernizar estas instalaciones se va a convertir en el verdadero motor de expansión de las nuevas tecnologías inalámbricas en los próximos años, y en el caso de los equipos para instalaciones del cliente (CPE) el estándar principal será WiFi 6. Mientras la mayoría de dispositivos inalámbricos seguirán teniendo tecnologías WiFi anteriores, los puntos de acceso se modernizarán por necesidad. Como explican los investigadores de ABI Research en su última investigación sobre este mercado, el año pasado los envíos de equipos CPE aumentaron un 5% interanual (214,8 millones), a pesar de la mala situación económica generada por la pandemia.

A partir de este año el mercado se acelerará, y el motor de crecimiento durante los siguientes cinco años será WiFi 6, tanto para usuarios comerciales como para consumidores, que demandan capacidades como redes de malla y compatibilidad con estándares más rápidos para ciertos usos (WiFi 6 y 6E). Las previsiones que incluye este informe son que los CPE WiFi 6 pasarán de representar el 9% de todos los envíos en 2020 a un 81% en 2026, cuando superarán los 263 millones de unidades.

Khin Sandi Lynn, analista industrial y de tecnologías de consumo en ABI Research, explica que el crecimiento que se produjo en 2020 estuvo motivado por el aumento de clientes que querían adoptar CPE de banda ancha o actualizar sus anteriores instalaciones con capacidades de WiFi Mesh. Esta tecnología estuvo presente en 18 millones de dispositivos enviados en 2020, un volumen que crecerá a una CAGR del 18% hasta 2026, cuando se espera que alcance unos 59 millones.

Pero los clientes de esta tecnología no serán solamente los consumidores, los servicios públicos y las empresas, en general, sino que los proveedores de telecomunicaciones harán lo propio para no perder participación en el mercado. Aunque el elevado precio que tienen las nuevas soluciones WiFi 6 hace que, de momento, las implementaciones de WiFi 6 se concentren sobre todo en Norteamérica y Europa, dos regiones que acaparan más de la mitad del mercado actual. El precio irá moderándose en los próximos años, a medida que la tecnología vaya expandiéndose, y los expertos esperan que esto permita bajar los costes para expandir la implementación a mercados emergentes.

Por otro lado, la tecnología WiFi 6E no termina de despegar, ya que requiere cambios regulatorios sobre el uso del espectro de frecuencias de 6 GHz, y los fabricantes están retrasando su hoja de ruta para la integración de esta tecnología en sus equipos. En u principio, tenían la intención de lanzar estas novedades a principios de 2021, pero la apertura de esta banda de alta frecuencia se está retrasando en los principales mercados. Aunque en Europa y Canadá ya se han dado pasos en este sentido, falta mucho trabajo por hacer en Estados Unidos y otros mercados de gran potencial.

Esto tendrá mayor importancia a medida que se vayan expandiendo ciertas tecnologías que exigen más ancho de banda, menor latencia y más confiabilidad de la que puede proporcionar WiFi 6 y las redes anteriores. Por ejemplo, la realidad virtual y aumentada, las comunicaciones de vídeo interactivo, las plataformas masivas de educación a distancia o los nuevos casos de uso de telemedicina, entre otros. Estas tecnologías encontrarán en WiFi 6E la base sobre la que construir su modelo de servicios conectados.

En su informe, Lynn concluye que “los operadores deben realizar un seguimiento constante de la adopción por parte de los consumidores de dispositivos, aplicaciones y servicios de próxima generación, lo que les permitirá implementar estratégicamente un CPE de banda ancha sólido en el momento adecuado. Las asociaciones con los proveedores de hardware y software adecuados para admitir redes domésticas de alta seguridad con funciones avanzadas también serán esenciales para respaldar estas experiencias de usuario mejoradas”.