La computación perimetral y en la nube apoyarán el crecimiento del metaverso

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Entre las diferentes tecnologías que permitirán crear la base del metaverso están la computación perimetral y en la nube, que permitirán implementar una nueva generación de aplicaciones de baja latencia para acceder a entornos virtuales. En los próximos años se verá cómo las organizaciones interesadas en aprovechar el metaverso aumentarán la inversión en estas tecnologías, adquiriendo los recursos necesarios para sacar el máximo partido a este nuevo ecosistema virtual.

El concepto de metaverso es la propuesta más sólida que se ha hecho para crear una sinergia entre los entornos virtuales y el mundo real, y diferentes avances tecnológicos están confluyendo para hacer realidad esta idea. Uno de ellos es la web 4.0, un nuevo paradigma de Internet en el que la realidad aumentada y el big data tendrán un papel clave. Otras a destacar son la inteligencia artificial, blockchain, Internet of Things, el modelado 3D y dos modalidades de infraestructura clave para el metaverso, la computación Edge y en la nube.

Por el momento el metaverso se encuentra en una etapa muy embrionaria y, aunque se han lanzado las primeras propuestas en algunos sectores, queda mucho trabajo por delante para abrir las múltiples posibilidades de negocio que han anticipado los creadores de este concepto. En un artículo publicado por Datacenters.com, el analista Mike Allen indica que el mercado mundial de metaversos tenía un valor de 63.830 millones de dólares en 2021, y prevé que la cifra aumentará hasta 1.527.550 billones para el año 2029.

Al margen de las valoraciones más o menos optimistas sobre el potencial del metaverso, en lo que coinciden los expertos es en que el desarrollo de este concepto se apoyará en la computación en la nube y en las infraestructuras de computación Edge, que proporcionan la base tecnológica para hacer realidad este nuevo mundo virtual. En los próximos años la demanda de servicios de computación en la nube relacionados con el metaverso aumentará con intensidad, ya que la nube proporciona los requisitos informáticos y de almacenamiento necesarios para alojar entornos 3D altamente detallados.

Pocas empresas tendrán la capacidad para desplegar una infraestructura local con tan altor requisitos, por lo que recurrirán a los proveedores de la nube como Amazon, Microsoft o Google. Pero también se abren nuevas posibilidades de mercado para proveedores más modestos que podrán enfocarse en proporcionar estos servicios a sectores específicos. Uno d ellos enfoques que destaca Allen es proporcionar GPU especializadas e instancias de máquinas virtuales hechas a medida para el metaverso.

Además, los expertos prevén que en el futuro aumentará la demanda de soluciones de nube híbrida enfocadas a garantizar la solidez de los servicios del metaverso, gracias a su capacidad para mitigar las posibles interrupciones y limitaciones en el ancho de banda. Esto hará que los usuarios puedan disfrutar de un acceso virtual de calidad.

Otro de los pilares tecnológicos del metaverso a nivel de infraestructura es la computación en el borde, fundamental para garantizar el rendimiento al acceder a aplicaciones tan exigentes como la realidad aumentada. Aunque la nube cuenta con grandes recursos para ello, es necesario contar con potencia informática y capacidad de preprocesamiento a nivel local para aliviar la carga de datos que circulan desde el usuario a la infraestructura central en la que se ubica el metaverso.

En este sentido, la infraestructura Edge proporciona capacidad de computación, almacenamiento, seguridad y acceso de red de alta velocidad más cerca de los usuarios finales, y muchas empresas apostarán por estas tecnologías para complementar los servicios en la nube. Con ello lograrán mejorar los tiempos de respuesta y reducir el consumo de ancho de banda en aplicaciones críticas relacionadas con el metaverso, como los videojuegos de tipo shooter, donde es vital contar con comunicación en tiempo (casi) real, y el Edge Computing puede aportar soluciones eficaces para ello.

Pero existen muchas otras aplicaciones en las que la infraestructura en el borde apoyará el desarrollo de experiencias inmersivas, acelerando todo tipo de operaciones que, si no se realizan con inmediatez, generan rechazo y abandono entre los usuarios. Un ejemplo es el comercio minorista, en el que el retraso de tan solo dos segundos en la carga durante una transacción genera actualmente una tasa de abandono del carrito de compras del 87%. Esto podría intensificarse en los entornos de metaverso, donde la experiencia virtual implica cargas de trabajo y flujos de datos más intensivos.