La automatización puede mejorar la eficiencia en las administraciones públicas

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Mediante la automatización de procesos y la inteligencia artificial los gobiernos pueden aumentar su eficiencia en numerosas áreas, reduciendo sus costes y mejorando tanto sus procesos internos como la atención al ciudadano. Estos beneficios están llevando a las administraciones públicas hacia la automatización, aunque aún deben avanzar más para trasladar sus primeras iniciativas a una mayor escala, como ya está sucediendo en el sector privado.

El camino hacia la transformación digital pasa por introducir mejoras en la productividad a través de la automatización, dejando en manos de la tecnología numerosos trabajos que hasta ahora realizaban las personas. Esto permite liberar a los trabajadores de tareas repetitivas para centrarse en otras cosas más importantes para la organización. Además, mediante la automatización de procesos y la inteligencia artificial estas tareas se pueden realizar mucho más rápido que de forma manual, mejorado la eficiencia y reduciendo los costes.

Estas ventajas están llevando a las empresas hacia este camino, mejorando el desempeño de numerosos departamentos, desde TI hasta recursos humanos y otras áreas administrativas. Pero las Administraciones Públicas están tomando ejemplo del sector privado, y también están explorando las ventajas operativas que puede proporcionarles la automatización inteligente. Aunque los expertos señalan que los gobiernos deben adoptar un enfoque más estratégico, que les permita adoptar estas tecnologías para llevarlas a una escala mayor.

Para dar una idea de hasta qué punto estas tecnologías pueden beneficiar a las administraciones públicas, la consultora McKinsey señala que hasta cuatro de cada cinco procesos de las áreas de recursos humanos, finanzas y procesamiento de aplicaciones son susceptibles de ser automatizadas, total o parcialmente. Y esto permitiría ahorrar al menos un 30% en los costos de estas tareas. Además, indica que estos beneficios se pueden obtener de forma relativamente rápida, ya que muchos de los sistemas de automatización se pueden implementar sobre la infraestructura TI preexistente, lo que reduce la inversión inicial necesaria.

Los expertos de esta consultora también afirman que muchos gobiernos están avanzando en este camino, por ejemplo, en áreas como la presentación de solicitudes y comunicados de los ciudadanos para los proveedores de servicios. En su opinión, la siguiente fase en la implementación de sistemas de automatización debería ser llevar esto a una mayor escala, especialmente para automatizar las operaciones y los procesos internos, logrando convertirse en organizaciones verdaderamente digitalizadas, desde su núcleo central.

De esta forma, los trabajos administrativos, que suponen en torno a una cuarta parte del empleo dentro del sector público, podrían optimizarse enormemente, aumentando la eficiencia, la productividad y reduciendo muchos los costes. Esto permitiría a los gobiernos aumentar y mejorar su oferta de servicios, y centrar sus esfuerzos en las nuevas posibilidades que ofrece el poder de los datos y la automatización, construyendo un modelo de gobierno adaptado a los nuevos requisitos que impone una sociedad digitalizada.