China recurrirá a proveedores taiwaneses para la próxima actualización masiva de PCs

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Las administraciones públicas del gigante asiático han decidido reemplazar todos los equipos y el software extranjero, una política que supondrá el reemplazo de más de 30 millones de equipos. Y, para ello, recurrirán a proveedores de tecnología nacionales y de otros países de la región como Taiwán, que experimentarán un enorme impulso de las ventas en los próximos años.

En un polémico comunicado reciente, las autoridades de China han ordenado a todas las organizaciones públicas y gubernamentales que sustituyan sus ordenadores y software extranjero por soluciones locales, en un proceso que prevén durará tres años. Esto supone la renovación de más de 30 millones de ordenadores y de un número muy superior de licencias de software. En lo que al hardware se refiere, esto supondrá un increíble impulso para la industria china de componentes informáticos, que también se trasladará a las industrias de otros países asiáticos, como Taiwán.

De hecho, los representantes de la industria de fabricación de componentes y ordenadores del país han dicho que prevén un gran empujón en sus ventas durante los próximos tres años, y que están listos para proveer a las organizaciones chinas de los equipos que necesitan. Además, esto supone un refuerzo muy importante de las relaciones comerciales entre ambos países, en una época en la que los principales proveedores de semiconductores y plataformas de computación de Taiwán han iniciado la mudanza de muchas de sus fábricas fuera de China.

Pero recientemente se demostró que también estaban manteniendo buena parte de sus operaciones dentro de China con el fin de mantener su fortaleza dentro del mercado chino, algo que se está demostrando como una estrategia inteligente. Porque la demanda que supone este plan de renovación de ordenadores del país vecino podría dar mucha fuerza a las empresas taiwanesas en términos globales, que podría ayudar a contrarrestar el crecimiento de ciertas empresas estadounidenses que son competencia directa en mercado como los de memoria, servidores y otros equipos informáticos para empresas y centros de datos.

En cuanto a China, este movimiento supone un paso decisivo para cumplir con sus objetivos de crear una cadena de suministro tecnológica totalmente independiente de los mercados occidentales, especialmente de Estados Unidos. Y determinadas industrias nacionales se beneficiarán mucho de esta política, como la de memoria NAND, la incipiente fabricación de DRAM o las nuevas empresas de fundición de semiconductores.