Las empresas reducen la confianza que depositan en sus inversiones en TI
- Negocios
En la última actualización del índice tecnológico COVID-19 de IDC se revela que la confianza empresarial en las inversiones en TI está descendiendo en las principales regiones económicas. Como resultado, y previendo complicaciones por la recesión económica, los compradores de tecnología en Estados Unidos, Europa y ciertos países asiáticos van a reducir sustancialmente el gasto en TI en lo que resta de año.
Desde que la pandemia mostró su virulencia y los países comenzaron a paralizar la actividad de las personas para protegerse frente a la enfermedad, se supo que después de la crisis sanitaria vendría una recesión económica. Esto ha llevado a gobiernos y empresas a minimizar los costes, recortando sus inversiones en muchos campos, entre ellos el tecnológico. A pesar de que ciertas áreas tecnológicas han evolucionado rápidamente en las empresas, como las de comunicaciones y colaboración, las inversiones más fuertes en TI van a contraerse este año.
Recomendados: WEBINAR >> Vídeo colaboración y reuniones virtuales para una comunicación efectiva Registro WEBINAR >> Automatización Inteligente de Procesos para asegurar la continuidad del negocio Registro |
Así lo afirman los expertos de IDC, que en su última edición del COVID-19 Tech Index exponen cómo ha descendido la confianza de las empresas en la inversión en TI, lo que provocará un descenso acusado en el gasto tecnológico este año. Teniendo en cuenta que se prevé una recuperación paulatina de la economía, las empresas se muestran muy cautelosas con todas las inversiones que realizarán ese año. Un buen ejemplo es Estados Unidos, uno de los principales mercados tecnológicos, donde los nieles de confianza han ido bajando desde que comenzó la crisis.
Aunque su confianza en la economía general ha ido recuperándose, no está sucediendo lo mismo con sus propios presupuestos de TI, que seguramente se verán recortados de nuevo en lo que resta de 2020. Y esto afectará a todos los mercados principales de tecnología empresarial, como son los de ordenadores, periféricos, software y servicios de TI orientados a proyectos. Y lo mismo está sucediendo en el resto de países más afectados por la pandemia, especialmente en Europa.
Como señala en su informe Stephen Minton, vicepresidente del grupo de Análisis e Información al Cliente de IDC, los resultados de la encuesta revelan una divergencia entre la confianza de las empresas en la economía general de sus paíse y la que tienen en sus presupuestos e inversiones en TI. En su opinión “esto podría reflejar el hecho de que todavía estamos a mediados del segundo trimestre, cuando es probable que los mayores recortes de gastos se concentren, y la escala del impacto a corto plazo haya sido aún peor de lo que algunas empresas esperaban. De hecho, Los resultados de la encuesta ahora están más en línea con los indicadores del mercado en términos de la escala de disminución del gasto en TI proyectada para todo 2020”.
Mientras la confianza empresarial ha ido descendiendo en Occidente, en Asia Pacífico ha ido crecido, como ha constatado este índice quincenal de IDC. De hecho, todavía se prevé que el gasto en TI en China crecerá ligeramente este año, lo que contrasta con la contención del gasto prevista para India o Corea, donde se stá dando un ligero repunte de casos de la enfermedad. Según explicó Minton, “la fase de recuperación en la segunda mitad del año será impredecible y puede haber volatilidad en los resultados de la encuesta a medida que las empresas reaccionan a la ansiedad ante una posible segunda ola de infecciones", dijo Minton. "La primera fase de esta crisis fue uniformemente mala para todos, pero el próximo capítulo será muy localizado y dependerá de un delicado equilibrio de factores médicos y económicos”.
Comentó que “no es sorprendente que los últimos resultados de la encuesta respalden la sensación de que los compradores de TI siguen siendo cautelosos en este aspecto”. Ante el tenso clima económico en los países afectados por la enfermedad, afirma que “ahora hemos entrado en una fase en la que algunas empresas se ven obligadas a la bancarrota o reducciones de empleados, lo que tendrá implicaciones inevitables para el gasto en tecnología en la segunda mitad del año”.