Las tarjetas de pago biométricas llegarán a partir del año que viene

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Tras un tiempo de pruebas y proyectos piloto, las tarjetas de pago con identificación biométrica comenzarán a expandirse el año que viene, apoyadas por el desarrollo e implantación del ecosistema tecnológico necesario. Según los expertos, el año que viene se emitirán hasta 2,5 millones de estas tarjetas en todo el mundo, lo que será el inicio de una importante transformación en el sector bancario.

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Hace varios años que algunas de las principales entidades bancarias a nivel mundial están trabajando en el lanzamiento de una nueva generación de tarjetas biométricas, y a principios de 2020 la entidad BNP Paribas anunció el primer lanzamiento comercial de esta revolucionaria tecnología. Su objetivo es dar el primer paso hacia un cambio de paradigma en la forma en que los clientes utilizan los servicios bancarios.

Los expertos creen que esta tecnología logrará establecerse como el estándar de futuro que sustituirá a las actuales tarjetas bancarias donde la mayor revolución hasta la fecha han sido las capacidades contactless. Tras este y otros experimentos iniciales, que parecen tener bastante éxito, los expertos creen que el año que viene se emitirán hasta 2,5 millones de tarjetas de pago biométrico en todo el mundo, dando comienzo a una nueva etapa en el sector bancario.

Para los analistas de ABI Research, este tipo de tarjetas será el factor de forma de la próxima generación de tarjetas bancarias, que sumarán las capacidades de la tecnología contactless con una nueva generación de sistemas de identificación segura. Para Phil Sealy, Director de Investigación de Seguridad Digital de ABI Research, “ha llevado tiempo que el mercado de tarjetas de pago biométrico tome forma, porque es el factor de forma de tarjeta más complejo jamás desarrollado.”.

Afirma que “las soluciones de tarjetas de pago biométricas de primera generación pueden imponer un precio de venta promedio (ASP) entre 20 y 30 dólares, significativamente más alto que la marca actual de 1 a 2 dólares para una tarjeta de pago con o sin contacto. El costo es uno de los factores inhibidores más importantes que mantiene el factor de forma de la tarjeta de pago biométrico, que por ahora se encuentra dentro de la fase de prueba y evaluación”.

Este informe muestra que el mercado se está moviendo en dos direcciones, alejándose de los componentes discretos y de arquitecturas de componentes distribuidos hacia soluciones integradas. Esto se está logrando gracias a un enfoque de sistema en paquete, que integra ciertos componentes en un ASIC, y a un enfoque de “silicio único”, en el que se emplea un solo chip con sensor integrado.

En palabras de Sealy, “los productos de tarjetas de pago biométrico de próxima generación probablemente reducirán el costo por unidad dentro del rango de US $ 13 a US $ 20 por tarjeta, dependiendo de los volúmenes. La mayoría de los productos de segunda generación estarán disponibles a finales de 2020 o principios de 2021”.