Grandes perspectivas para el mercado de materiales de impresión 3D

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En los próximos años las empresas de varios sectores pasarán de usar la impresión 3D estrictamente para el prototipado a emplearla en la fabricación de productos finales, altamente personalizados. Esto hará que el mercado de materiales para este tipo de impresoras cambie radicalmente, pasando de los sustratos básicos empleados en modelos a compuestos destinados al producto final, tanto plásticos como metal y otros materiales.

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La impresión 3D ha evolucionado desde una relativamente tecnología básica, empleada sobre todo para generar modelos a escala, a una alternativa muy interesante para empresas dedicadas a la ingeniería, el diseño, la manufactura o la sanidad, entre otras actividades. Actualmente existen muchos tipos de impresión 3D, y quizá los más conocidos son los de deposición de plástico fundido, los de fusión de lecho de polvo en capas sucesivas o los de solidificación de polímeros con impulsos láser. Pero existen tras tecnologías que permiten imprimir metales y otros compuestos en 3D, que ya se están utilizando en industrias muy avanzadas, como la aeroespacial, la automovilística, la de la salud o la odontología, entre otras.

Esto ha generado un mercado emergente de materiales para la impresión en 3D que en los próximos años cambiará mucho, dando servicio a los nuevos campos de la fabricación aditiva que están surgiendo. Aunque durante la pandemia los mercados relacionados con la impresión 3D cayeron en picado, ahora están mostrando signos de recuperación. Según una investigación realizada por Frost & Sullivan, el mercado global de materiales para la impresión en 3D tenía un valor de 1.330 millones de dólares en 2020, y se espera que crezca hasta 3.180 millones para el año 2027. Esto supone una tasa de crecimiento interanual compuesto del 13,3%, que aprovecharán tanto las empresas más consolidadas del sector como nuevos proveedores que se están centrando en casos de uso e industrias específicas.

Según los investigadores, este crecimiento estará impulsado por las actividades de impresión 3D enfocadas al diseño y al desarrollo de productos. En estos años esperan que el mercado de Norteamérica y Latinoamérica mantenga una tendencia de crecimiento, y Europa será el tercer mayor contribuyente a las cifras globales, en este caso especialmente por la adopción de esta tecnología en la sanidad y la automoción. En el caso de Asia Pacífico, el mercado estará más vinculado a la demanda creciente de prototipos funcionales y diseños en los sectores automotriz, sanitario, de bienes de consumo e industrial. Y en Oriente Medio, África y el Sir de Asia la impresión 3D todavía se encuentra en una etapa de desarrollo previa, y el mercado de materiales se alimentará de los aficionados y de las universidades que está experimentando con esta tecnología.

Aditya Krishnan, analista de investigación de sustancias químicas, materiales y nutrición de Frost & Sullivan, comenta que “el mercado está pasando de la producción en masa a la personalización masiva a medida que la demanda de exclusividad, el crecimiento del comercio electrónico y las brillantes estrategias de participación del cliente aceleran significativamente la demanda de productos personalizados. Se espera que esta tendencia genere crecimiento en los sectores de uso final como la automoción, la salud y los bienes de consumo porque tienen un inmenso potencial para personalizar los productos”.

Por el momento, en el sector de la automoción las iniciativas de fabricación de productos finales se centrarán en una fabricación a pequeña escala, en combinación con la generación de prototipos, que sigue teniendo una gran importancia para los fabricantes de vehículos. En el ámbito de la salud la impresión 3D ya está sirviendo para fabricar productos personalizados para cada paciente, como prótesis de miembros, férulas o productos de odontología. Y el campo más avanzado de todos es el de la industria aeroespacial, donde los fabricantes de primer nivel están utilizando las técnicas de fabricación aditiva más avanzadas para producir piezas estructurales y totalmente funcionales, que es emplean en las aeronaves.