Las pérdidas por fraude en el comercio electrónico siguen creciendo
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Este año el comercio electrónico seguirá sufriendo más pérdidas de ingresos como consecuencia del aumento del fraude en los pagos online, un problema que no para de extenderse. Se prevé que este año el total de operaciones fraudulentas podría alcanzar un valor de 41.000 millones de dólares, una cifra que seguiría aumentando hasta 48.000 millones el año que viene.
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El fraude es un problema cada vez mayor en el comercio electrónico, ya que los ciberdelincuentes están ampliando sus estrategias de fraude, aprovechando las nuevas fórmulas de pago como los monederos digitales o las ofertas BNPL (Buy Now, Pay Later). Según las investigaciones realizadas por Juniper Research, este año el fraude en el comercio electrónico podría generar unas pérdidas de 41.000 millones de dólares a nivel mundial, y el año que viene la cifra podría aumentar hasta 48.000 millones.
Para mitigar este problema emergente los investigadores recomiendan a los proveedores de prevención de fraude que se centren en la creación de plataformas de calificación basadas en el riesgo, impulsadas por IA. Y aconsejan que estas sean independientes del método de pago, de forma que se puedan adaptar mejor a las condiciones cambiantes del mercado.
Los responsables de este informe incluyen en el fraude de los pagos online las pérdidas relacionadas con las ventas de bienes físicos y digitales, transferencias de dinero, operaciones bancarias y otras compras online, como las de billetes de avión. Y el fraude en sí se comete a través de técnicas como el Phishing, la violación del correo electrónico comercial y el fraude mediante otras técnicas de ingeniería social.
La región más afectada por este creciente problema es Norteamérica, que para el año 2023 representará el 42% de todas las pérdidas por fraude en el comercio electrónico. Esta cifra sorprende a los investigadores, ya que esta región solo incluye menos del 7% de las personas bancarizadas a nivel mundial. Pero explican que el gran riesgo en este mercado se debe a que en estos países se producen gran cantidad de las violaciones de datos y a la amplia disponibilidad de información de tarjetas de crédito robadas.
En opinión de Nick Maynard, autor de la investigación, “para combatir este fraude, los comerciantes de comercio electrónico deben implementar pasos simples como la verificación de la dirección, combinados con la puntuación basada en el riesgo de las transacciones, lo que permitirá a los comerciantes mitigar mejor las amenazas de fraude masivo presentes”.
Otro dato relevante de este informe es que la popularización de las fórmulas comerciales como Compre-Ahora-Pague-Después (BNPL) representa un gran riesgo de cara al futuro. La naturaleza de esta forma de pago atrasado permite a los estafadores realizar pagos ilegítimos empleando la información de tarjetas robadas ante de que su actividad pueda ser detectada. Para mitigar este riesgo los expertos aconsejan a los proveedores de BNPL que lleven a cabo una verificación de identidad sólida en el momento en el que se ingresan estos datos.