Tecnología para personas: necesidades y expectativas en medios de pago
- Opinión
Puede resultar obvio decir que la tecnología es fundamental para la competitividad de las empresas. Es un apoyo básico para abrir canales de comunicación con el mercado, mejorar los productos y la gestión y, de este modo, definir estrategias más eficientes y eficaces.
Martín Azcue.
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Además la pandemia, que nos ha empujado a un incremento definitivo del uso de la tecnología en la sociedad, ha hecho de ella algo que casi, y más en las nuevas generaciones, forma parte del ADN humano. El confinamiento favoreció la adopción de ciertos “comportamientos tecnológicos” y muchos de ellos llegaron para quedarse. Lo que antes era una tendencia, creciente, se aceleró de forma definitiva.
Algo no tan obvio, pero igualmente importante, es que el reto al que nos enfrenta ese crecimiento exponencial de soluciones basadas en la tecnología es el de centrar definitivamente su desarrollo y aplicaciones en ser relevante para clientes, usuarios, profesionales y organizaciones. En este sentido, la pandemia actuó de “selección natural” de tecnologías y nos guió y enseñó que su relevancia para los usuarios es la esencia real de su éxito y de su permanencia como parte de nuestra vida cotidiana. Soluciones como las herramientas para videoconferencias, el código QR o el propio Bizum, cobraron sentido real, tangible de verdad, acelerando la extensión de su uso. Herramientas que tendrán que avanzar e innovar si quieren seguir siendo protagonistas, pero que ya han recorrido la primera parte del camino. Siempre con una premisa fundamental: ya no basta con que una solución tecnológica pueda satisfacer las necesidades de las personas, sino que también deben de estar a la altura de sus expectativas.
La revolución tecnológica ha llegado a todos los ámbitos: la cultura, con visitas virtuales a museos; el día a día de las empresas, con recursos tecnológicos para funcionar en remoto; el deporte, con deportistas e instituciones que han abrazado aún más la tecnología para mejorar rendimientos, tanto deportivos como empresariales..., y, cómo no, al comercio. En los últimos años, el comercio electrónico ha experimentado crecimientos prácticamente exponenciales, tanto en volumen de operaciones como en número de usuarios.
"Puede resultar obvio decir que la tecnología es fundamental para la competitividad de las empresas. Es un apoyo básico para abrir canales de comunicación con el mercado, mejorar los productos y la gestión y, de este modo, definir estrategias más eficientes y eficaces." |
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Y es, precisamente, en ese entorno de crecimiento del e-commerce donde la revolución de los medios de pago ha tenido su caldo de cultivo perfecto. Muy centradas en el uso de los smartphones, las soluciones tecnológicas en este ámbito se han volcado en un objetivo claro: proporcionar alternativas cómodas, sencillas y seguras a los métodos de pago tradicionales, que, además, cumplan con esas expectativas de las personas. En este sentido, la disponibilidad de múltiples medios de pago en el comercio, con una variedad de tecnologías detrás como el NFC para pagos contactless, las compras a través de códigos QR, o el uso de la biometría para realizar pagos a través de reconocimiento facial, permite a los comercios la posibilidad de elegir la que más se adapta a su situación y, al comprador, la que prefiere en cada momento.
Pero además de ser un caldo de cultivo para la revolución de los medios de pago, el auge del e-commerce, ha sido posible, entre otras variables, gracias a los nuevos métodos de pago online; una simbiosis que redunda en la buena experiencia de compra de las personas en un momento especialmente delicado: el pago. Porque la experiencia en este momento no es un paso más del proceso, sino un momento decisivo y estratégico, y las soluciones que lo mejoren sumarán valor al propio producto y a la experiencia de compra.
Para ello, la sencillez es un elemento esencial en un entorno como el actual, cada vez más complejo, incierto y cambiante, en el que hacer las cosas de manera sencilla, fácil de entender y adoptar por las personas, es otra clara ventaja competitiva. Y es que, el sentido de la tecnología es hacer sencillo lo complejo, y hacerlo para todos.
Actualmente, en el ámbito de los medios de pago, se están impulsando fórmulas que combinan esa sencillez con la seguridad y comodidad. Como ejemplo, desde Bizum y en general desde el sector bancario, estamos generalizando que sea el usuario el que confirme todas sus transacciones de pago en su propio móvil que hoy es, posiblemente, el instrumento más personal y que siempre tenemos a mano. Nuestro teléfono móvil está dotado de capacidad de proceso (de “inteligencia”) y de mecanismos de seguridad con los que estamos cada vez más familiarizados. En el caso de Bizum, esa seguridad la aporta el hecho de estar incluido en las apps bancarias de las entidades adheridas, lo que le añade un plus de confianza. Todo ello va a permitir a las entidades Bizum y sus clientes, no solo validar las operaciones con la mayor seguridad posible, sino también ofrecer y disfrutar de facilidades de gestión y valor añadido sobre los propios pagos.
El reto de todas las soluciones basadas en tecnología es seguir ideando, probando y, en su caso, aplicando nuevas funcionalidades con las que ser relevantes para las personas en una sociedad no homogénea cuyas expectativas evolucionan también en el tiempo.