Las nuevas regulaciones apoyan el uso de autenticación biométrica en pagos digitales

Los consumidores están cambiando la forma de comprar y pagar en las plataformas de comercio electrónico y también en las tiendas físicas, y poco a poco se han ido extendiendo diferentes medios de pago digital que se han integrado muy bien en los smartphones. Monederos digitales y otros sistemas están ganando mucha relevancia por su facilidad de uso y porque cada vez ofrecen más confiabilidad para los usuarios. Una de las tecnologías que apoya esto es la autenticación biométrica de los pagos, algo que se puede hacer fácilmente con un móvil, gracias a la cámara digital o el lector de huellas que tienen muchos modelos.

Al mismo tiempo, se han ido lanzando nuevas regulaciones en muchos países para fortalecer los estándares de autenticación de pagos, como SCA (Autenticación Fuerte de Clientes), que en los próximos años apoyarán la expansión de estos sistemas de seguridad. Según una investigación realizada por Juniper Research, este año el valor de los pagos digitales verificados por datos biométricos alcanzará los 332.000 millones de dólares, y se espera que esta cifra crezca un 365% hasta 2027, alcanzando para entonces 1,2 trillones de dólares.

Los grandes beneficiados de esta tendencia, aparte de los propios usuarios, son los OEM que proporcionan soluciones de pago digital, como Apple Pay, que ha integrado esta tecnología en su ecosistema con una gran aceptación por parte de sus clientes. Los expertos recomiendan a los proveedores de pagos OEM que utilicen su influencia sobre el diseño de los smartphones para mejorar los sistemas biométricos de sus dispositivos, garantizando la seguridad de los datos biométricos frente a las nuevas amenazas cibernéticas que están surgiendo.

Uno de los factores clave para la expansión de los sistemas de autenticación biométrica en los pagos digitales es el requisito de SCA en la norma PSD2 (Segunda Directiva de Servicios de Pago), que ha llevado al sector financiero a integrar la autenticación biométrica en sus sistemas. Y se han apoyado en las capacidades de los smartphones modernos, algo que se alinea perfectamente con las tendencias de compras y pagos digitales que están propagándose.

Por ello, los investigadores prevén que el volumen de pagos móviles remotos autenticados por biometría crecerá un 383% en los próximos cinco años, pudiendo llegar a 39.500 millones de transacciones parta el año 2027. Este crecimiento hace que las empresas, los reguladores y los fabricantes de dispositivos se preocupen cada vez más por al fraude, lo que llevará a mayores inversiones en tecnologías de seguridad biométrica y a integrar sistemas basados en múltiples formas de autenticación.

Aunque por el momento las huellas digitales son el método de autenticación biométrica más extendidos, los expertos creen que el reconocimiento facial va a experimentar una gran expansión en estos próximos años. Esto se debe a que los proveedores de pagos OEM están muy interesados en proporcionar experiencias sin fricciones a sus usuarios, ya que los lectores de huellas no siempre funcionan adecuadamente. Pero esto abre las puertas a que se produzcan fraudes por suplantación de identidad, ya que por el momento es relativamente sencillo falsificar una imagen o realizar ataques de inyección digital.

Por ello, en los próximos años los proveedores de autenticación móvil deberán priorizar el diseño y la implementación de técnicas mejoradas de detección de vida y contra la suplantación de identidad, de forma que los sistemas biométricos que integran los smartphones se vuelvan inexpugnable y garantice la fiabilidad de esta forma de autenticación.