El CERN dona sus viejos equipos informáticos a la Universidad de Ghana

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El CERN dona sus viejos equipos informáticos a la Universidad de Ghana

El Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) ha actualizado nuevamente sus sistemas informáticos de alto rendimiento con las últimas tecnologías, y ha buscado un nuevo uso para los equipos viejos. En esta ocasión, ha donado su anterior plataforma HPC a la Universidad de Ghana, donde se utilizará para acelerar el trabajo del departamento de matemáticas.

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Periódicamente, el Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN), moderniza sus plataformas de computación de alto rendimiento (HPC) para estar siempre a la vanguardia en potencia informática. Posteriormente, esta agencia sigue una política de donación de los viejos equipos, que todavía pueden ser utilizados para tareas de computación avanzada, buscando organizaciones que puedan sacar partido a esta tecnología, como instituciones académicas con recursos limitados.

Tras su último proceso de modernización, el CERN ha decidido donar sus viejos equipos a la Universidad Técnica Takoradi, de Ghana, situada en la localidad de Sekondi-Takoradi, capital de la región Oeste del país. Esta potente infraestructura consta de 104 servidores, cinco conmutadores de red y 1.100 terabytes de almacenamiento, que proporcionarán a esta universidad grandes recursos para apoyar sus investigaciones en el campo de las matemáticas y la estadística.

Como explican sus representantes, desde su creación en 1954, el CERN ya ha donado 2.356 servidores y 134 conmutadores de red a diferentes organizaciones en Argelia, Bulgaria, Ecuador, Egipto, Ghana, Jordania, México, Marruecos, Nepal, Palestina, Pakistán, Filipinas, Senegal y Serbia. Las últimas donaciones se produjeron en 2018, a la Universidad de Katmandú, en Nepal, y el año pasado a la Universidad Fayoum, en Egipto.

Esta política sigue la estela de otras iniciativas de las autoridades europeas, que apuestan cada vez más por la economía circular, y que cobran especial importancia en casos como este. Porque el CERN, famoso por su Gran Colisionador de Hadrones, cuenta con equipos altamente sofisticados, cuya fabricación e implementación es muy costosa, y pueden tener una segunda vida tras dejar de ser útiles para su propósito inicial.

Mediante esta política de donaciones, proporcionan una segunda vida a esta tecnología, reduciendo el impacto ambiental y ayudando a organizaciones que no pueden permitirse la adquisición de esta categoría de equipos. En una época en la que se está acelerqando el desarrollo de la supercomputación para abordar nuevos desafíos de la ciencia, se las agencias europeas quieren apostar por la sostenibilidad y la economía circular.