Tecnologías de Banda Ultra Ancha para mejorar la ubicación

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La conectividad de Banda Ultra Ancha está dando el salto desde las aplicaciones de gestión de activos y servicios de ubicación a nuevos usos en diferentes categorías de dispositivos móviles. Esta tecnología se expandirá rápidamente en los próximos cinco años, tanto en el gran consumo como en aplicaciones profesionales, a medida que se desarrolle el ecosistema UWB, conviviendo con las demás redes que emplean los dispositivos conectados.

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En los últimos dos años los dispositivos informáticos y de electrónica de consumo con conectividad avanzada han visto una gran demanda, gracias a que las empresas y los consumidores han modernizado sus ordenadores portátiles, tabletas y smartphones para poder teletrabajar, estudiar desde casa y para su uso personal. La conectividad de banda ancha ha sido una de las características fundamentales de los nuevos dispositivos, y en los próximos años seguirá siendo el motor de ventas de nuevos equipos y dispositivos para uso en movilidad, a medida que se expandan 5G, WiFi 6 y otras tecnologías modernas.

Una de ellas es la llamada conectividad de Banda Ultra Ancha (UWB), un estándar que ha proliferado gracias a su uso en sistemas de seguimiento de activos y servicios de ubicación en interiores, entre otras aplicaciones empresariales. Pero en los últimos tiempos ha comenzado a adentrarse en la informática y la electrónica de consumo, sobre todo de manos de los principales fabricantes de smartphones, como Apple, Samsung o Xiaomi, entre otros, que han integrado UWB en sus modelos insignia. Y otras muchas marcas tienen previsto adoptar esta tecnología en sus nuevos dispositivos.

Filomena Iovino, analista de investigación de tecnologías de consumo en ABI Research, explica en su informe que “basado en su amplia aplicación en varias industrias, UWB inicialmente ganó tracción en el mercado en gestión de activos y servicios de ubicación en 2016, pero ahora está siendo testigo de un crecimiento explosivo al ingresar al mercado de consumo en 2019, dirigido principalmente a teléfonos inteligentes”.

Opina que en la próxima década esta tecnología va a convertirse en un requisito indispensable en muchos dispositivos conectados personales y empresariales. En 2020 estaba presente en 143 millones de dispositivos, y prevén que para 2026 los envíos de aparatos habilitados con UWB alcanzarán 1.300 millones de unidades. Una de las características que están apoyando la penetración de este estándar es su compatibilidad con tecnologías ampliamente extendidas, como Bluetooth Low Energy, NFC y WiFi, lo que incrementa su interoperabilidad.

Fruto de ello, Iovino afirma que “para finales de 2021 más de 190 millones de teléfonos inteligentes (14% del total de envíos) tendrán UWB, aumentando a 643 millones (alrededor del 40%) para 2026”. Con estas cifras, queda claro que la mayor parte del mercado UWB provendrá de la industria de teléfonos móviles, una participación que ABI Research cifra en un 59% para el año 2026. Pero habrá muchos otros dispositivos y equipos informáticos que integrarán UWB para mejorar sus comunicaciones y proporcionar enlaces de banda ultra ancha, tanto en el gran consumo como en numerosas aplicaciones empresariales.

El seguimiento de activos y el creciente ecosistema IoT industrial verán una expansión del uso de UWB en los próximos años, pero no serán el único ámbito a tener en cuenta. El hogar inteligente será otro importante foco de este mercado, con la llegada de nuevas plataformas estandarizadas para la conexión de luces, altavoces, televisores, cámaras, electrodomésticos y un sinfín de aparatos domésticos. Además, los expertos esperan que la industria de automoción también adoptará UWB para mejorar las comunicaciones de los nuevos vehículos conectados.

Aunque existen algunos desafíos que pondrán trabas al desarrollo del ecosistema UWB, como por ejemplo el tamaño relativamente grande de las antenas necesarias, que dificulta la integración en dispositivos de pequeño tamaño, como etiquetas inteligentes, sensores y wearables. Iovino dice que “los costos más altos de los componentes y la infraestructura de UWB en comparación con los de las tecnologías alternativas de corto alcance también podrían ser prohibitivos. Al mismo tiempo, las variaciones y restricciones regionales añaden complicaciones al desarrollo y despliegue de un ecosistema UWB estandarizado”.