Videovigilancia mejorada gracias a la IA y el aprendizaje automático

  • Infraestructura

Los circuitos cerrados de televisión y la videovigilancia urbana están evolucionando mucho gracias a la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, que proporcionan capacidades avanzadas de análisis de imágenes. A lo largo de esta década las empresas y los organismos públicos aumentarán la inversión en plataformas de gestión de vídeo equipadas con estas y otras tecnologías.

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En el ámbito de la seguridad pública y privada las cámaras de videovigilancia son un elemento fundamental, y en la actualidad estos sistemas se controlan desde plataformas de gestión de vídeo, que proporcionan acceso a las imágenes en tiempo real, a las grabaciones digitales y a una amplia variedad de funciones adicionales. Estas plataformas están evolucionando mucho gracias a la introducción de nuevos tipos de cámaras conectadas, de sistemas de comunicaciones más eficaces y, sobre todo, de funcionalidades basadas en la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.

Estas dos tecnologías proporcionan herramientas muy avanzadas, como reconocimiento facial en tiempo real, monitorización de multitudes y otras capacidades relacionadas con la analítica de imágenes. Las empresas y organismos públicos están invirtiendo cada vez más en este tipo de plataformas para mejorar la seguridad en instalaciones con circuitos cerrados de televisión y para la vigilancia urbana, dando fuerza a un mercado que crecerá con solidez en la próxima década.

Según una investigación realizada por ABI Research, a lo largo de esta década la venta de cámaras de vigilancia de circuito cerrado (CCTV) crecerá a una CAGR del 11,6%, alcanzando unos 1.400 millones de cámaras para el año 2030. A esto lo que se sumará el avance de otros formatos como cámaras corporales en los equipos de seguridad, dispositivos con comunicaciones 5G y otras innovaciones que enriquecerán el ecosistema de videovigilancia en ciudades, infraestructuras críticas y empresas.

Lindsey Vest, analista de investigación de Smart Cities & Smart Spaces en ABI Research, comenta que “actualmente, el uso principal de CCTV en seguridad pública es ayudar a las autoridades a resolver delitos de forma retroactiva. Ahora, con los avances en IA y su capacidad para monitorear datos y actividad, se mejorará su capacidad para ayudar en situaciones en tiempo real. Además, las cámaras de CCTV se han utilizado para generar ingresos, especialmente con las multas de tránsito. Ha habido un marcado aumento en el interés por las herramientas de gestión de video y otras plataformas de ciudades inteligentes para ayudar a las ciudades y organizaciones a hacer uso de los datos que actualmente tienen a su disposición”.

Mediante la integración de los diferentes sistemas de vídeo que las autoridades utilizan en los entornos urbanos y el aprovechamiento de los datos se logrará mejorar la seguridad ciudadana y monetizar en parte estas soluciones. Vest asegura que se está produciendo “un aumento en los beneficios en tiempo real de la vigilancia con la ayuda de la IA y su capacidad para, por ejemplo, resaltar comportamientos sospechosos, monitorear el número de multitudes e identificar equipaje desatendido”.

Y en el contexto de las ciudades inteligentes las plataformas de gestión de vídeo modernas son vitales para alimentar de información los sistemas de seguimiento de flujos de personas y vehículos, y para mejorar las capacidades de seguridad. Vest concluye que “la vigilancia urbana ha sido una parte clave de la tecnología de seguridad pública durante décadas. Aunque no está exento de controversias, sigue siendo un sector popular y en crecimiento”.