Los directores financieros necesitan acelerar la adopción de la IA
- Inteligencia Artificial
En los próximos años la inteligencia artificial se habrá convertido en una parte fundamental de las tecnologías empleadas en las finanzas, pro actualmente muchos CFO no han progresado mucho en su adopción. Por ello, los expertos de Gartner recomiendan que aceleren sus planes para que su organización no pierda competitividad en un mundo de negocios cada vez más digitalizados.
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Para los expertos en finanzas está claro que la inteligencia artificial es una de las tecnologías más disruptivas que llegan a su sector, pero muchas empresas están siendo tímidas en su estudio y en su adopción. Según una encueste realizada por Gartner hace alrededor de un año, la irrupción de la pandemia generó un impulso de aceleración en los proyectos de IA para los departamentos financieros de las empresas, y un 90% de los entrevistados afirmaba que seguirían invirtiendo en esta tecnología, aunque algunos menos de lo que lo estaban haciendo.
A día de hoy la situación no parece haber mejorado mucho, y los expertos de la consultora alertan de que los directores financieros deberían invertir más en IA en los próximos años, para acelerar la llegada de los beneficios que aporta esta tecnología y anticiparse a sus competidores. En palabras de Clement Christensen, director de la práctica de finanzas de Gartner, “no hay nada de malo en usar IA para modernizar la función financiera. Es un trabajo muy importante. Sin embargo, las recompensas más impresionantes de la IA recaerán en los directores financieros que piensan más en profundidad sobre cómo la tecnología puede cambiar fundamentalmente la forma en que su empresa hace negocios”.
Por ello, afirma que la principal prioridad que deberían tener los CFO de las empresas para prepararse ante lo que viene es mejorar la arquitectura de datos de la organización para respaldar los futuros proyectos de IA. Además, invertir en científicos de datos especializados en los datos de los ciudadanos, lo que les permitirá escalar rápidamente sus proyectos de IA cuando se demuestre el éxito de los primeros proyectos piloto. Y, finalmente, aconseja rediseñar el conjunto de informes de la organización para que se alinee mejora con las necesidades internas del cliente, en lugar de seguir centrados en las tareas financieras tradicionales.
Christensen cree que los directores financieros son conscientes de la necesidad de implementar proyectos de tecnologías digitales más avanzados y experimentales para alcanzar sus objetivos de transformación digital. Pero dice que, a pesar de ello, “siguen enfoques centrados en casos de uso para proyectos de IA que tienden a tener un sesgo hacia la modernización y mejora de procesos familiares, con el objetivo de impulsar ganancias de ROI fácilmente cuantificables”, y esto no siempre es la mejor forma de enfocar la implementación de una tecnología de tanto impacto a medio y largo plazo como la IA.
Pone como ejemplo el uso del aprendizaje automático para anticipar los clientes que serán más propensos al impago, para emitir recordatorios de pago anticipado, y para perseguir a los morosos de forma automática. Esto tiene un retorno claro y medible, pero lo único que se consigue es hacer de forma automática algo que ya se podía hacer, lo que significa desaprovechar las enormes capacidades que tiene la IA para generar modelos y obtener mucha más inteligencia y datos para apoyar la toma de decisiones en áreas financieras más vitales para el negocio.
Para Gartner, un ejemplo de lo que sería usar la inteligencia artificial para algo realmente transformador sería aplicarla para identificar a los que probablemente paguen más tarde en la etapa de ventas, lo que permite elaborar proyecciones de ventas en base a cuál es más probable que pague con rapidez. Esto permite transformar el enfoque de la empresa para reducir el volumen de los pagos atrasados y mejorar el flujo de efectivo a mismo tiempo que se reduce la necesidad de perseguir a los morosos en el futuro. Y esto, a su vez, reduce el tiempo dedicado a estas tareas para dedicarse a otras de mayor valor.
Christensen explica que “la opción transformadora no tiene un ROI inmediatamente medible, como la opción de modernización, pero la recompensa final es potencialmente mucho mayor”. Así, aconseja a los directores financieros que empiecen aplicando la inteligencia artificial a un problema que necesita solución, y no a uno que solo necesita una modernización de los procesos. Concluye su informe diciendo que “un pequeño cambio de mentalidad en la forma en que los directores financieros piensan sobre la implementación de IA puede marcar la diferencia entre un proyecto que moderniza una empresa y un proyecto que la transforma, que es donde residen las mayores ventajas competitivas”.