El transporte comercial seguirá sufriendo por la escasez de semiconductores

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La industria automotriz está teniendo problemas para satisfacer la demanda de vehículos a causa de la escasez general de semiconductores, que en algunos casos ha paralizado las fábricas. Esto está afectando a las empresas de transporte comercial, que están sufriendo retrasos considerables en la entrega de camiones, remolques y tecnologías vinculadas a su actividad, registrando plazos de entrega superiores a 5 meses por parte de sus proveedores.

Uno de los sectores más afectados por la crisis de semiconductores es el de automoción, que está teniendo grandes dificultades para garantizar el suministro de productos. Algunas grandes, incluso, se han visto obligadas a parar sus cadenas de producción de forma intermitente para ajustarse a la baja disponibilidad de componentes electrónicos. Aunque se habla más de las empresas dedicadas a coches para el gran público, los fabricantes de vehículos para el transporte comercial se encuentran en una situación similar.

Según una investigación realizada por ABI Research, los proveedores de la industria, tanto los fabricantes de camiones y remolques como los proveedores de otros sistemas vinculados a las flotas de transporte, están sufriendo grandes retrasos en los envíos de semiconductores, y los más afectados están perdiendo muchas oportunidades de negocio por la imposibilidad de cumplir con plazos de entrega que demandan los clientes.

Susan Beardslee, analista principal de Gestión de la Cadena de Suministro y Logística, en ABI Research, explica que “la conectividad, la seguridad y la integración son elementos clave del transporte comercial en la actualidad. Se necesitan más de 17 módulos de cómputo para un vehículo pesado y todo, desde los sistemas de seguridad hasta el control del motor y la telemática, se ven afectados por estos retrasos en los semiconductores”.

Los expertos anticipan que los retrasos en la cadena de suministro de semiconductores van a seguir acumulándose en 2022, haciendo que la industria de transporte comercial sufra importantes pérdidas económicas y que sus clientes tengan que seguir retrasando la renovación de vehículos. Además, en este informe destacan que los proveedores de servicios telemáticos también deberán enfrentarse a otros problemas, como la desaparición de las soluciones basadas en redes 3G, lo que les obligará a actualizar su cartera de productos con tecnologías más modernas, que ahora tienen una disponibilidad muy limitada.

Por su parte, los principales proveedores de chips para la industria automotriz, como TSMC, esperan un incremento sustancial de la demanda para el sector, pero alertan de que la escasez se prolongará a 2022, como poco, a pesar de sus esfuerzos por incrementar la producción poniendo sus fábricas a pleno rendimiento y preparando la construcción de otras nuevas.

Beardslee dice que “a pesar de las continuas escaseces y retrasos, los proveedores pueden tener opciones para cambiar a productos alternativos, confirmar la demanda real y, en algunos casos, repercutir los costos del aumento de la demanda y la necesidad de flexibilidad”. Pero esto no será posible en todos los casos y, ante esa situación, recomienda “establecer nuevos acuerdos y términos contractuales para redistribuir el riesgo, financiar el equipo necesario y adoptar soluciones de cadena de suministro más integradas y en tiempo real”.