Las empresas necesitan priorizar el trabajo remoto

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A pesar de la llegada de las nuevas vacunas contra el coronavirus, el fin definitivo de la pandemia no llegará a corto ni medio plazo, y muchas empresas temen que se prolonguen las dificultades que vienen experimentando desde principios de 2020. Por ello, los expertos les recomiendan consolidar las estrategias de trabajo remoto que han puesto en marcha a lo largo del año pasado, lo que les permitirá estar mejor preparados para cualquier eventualidad.

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El teletrabajo se ha convertido en una herramienta fundamental para las empresas durante lo peor de la pandemia, pero en muchos casos se ha adoptado esta modalidad laboral de forma imprecisa, apresurada y realmente no se ha integrado en la estrategia de negocio. Pero la crisis que ha causado esta enfermedad no se ha superado, y los expertos no esperan el fin de la pandemia a corto ni medio plazo, por lo que recomiendan adoptar el trabajo remoto como parte fundamental de la estrategia de negocio.

Como revela un reciente informe publicado por la firma VozTelecom, esto se ha convertido en una tendencia entre las principales tecnológicas estadounidenses, que han adoptado modelos organizativos que integran completamente el teletrabajo. En este documento destacan también las cifras más recientes publicadas por Gartner, según las cuales casi el 50% de las empresas tiene pensado permitir que los empleados teletrabajen a tiempo completo tras la ansiada vuelta a la normalidad, y un 80% también adoptará modalidades que combinen lo telemático con lo presencial.

Xavier Casajoana, CEO de VozTelecom, comenta que no solo las empresas americanas están siguiendo este camino, sino que las empresas españolas también lo harán, ya que “están constatando las ventajas que ofrece esta fórmula para la conciliación, la reducción de costes y el aumento del bienestar. No obstante, para satisfacer las necesidades y requisitos de todos los empleados en este nuevo modelo, las organizaciones deberán recurrir al enfoque ‘remote first’ o ‘remote friendly’”.

Esto supone conservar las oficinas y otros lugares de trabajo presencial, pero como algo secundario, ya que el enfoque principal será el empleo remoto. Así, los nuevos empleados serían contratados inicialmente como trabajadores remotos, con la posibilidad de accede a las instalaciones para trabajar localmente cuando lo necesiten. Además, todos los puestos de trabajo deben estar equipados con herramientas y procesos remotos, al margen de dónde se encuentren.

Los expertos destacan que las organizaciones que adopten el concepto de ‘Remote first’ deben adaptarse a un entorno 100% digital, lo que incluye herramientas de videoconferencia, comunicaciones y colaboración en la nube y centralitas virtuales. Además, Xavier Casajoana afirma que “deberán asegurar que tanto la información para que los colaboradores desarrollen sus funciones, como las oportunidades laborales, sean igualmente accesibles para todos los miembros de la empresa estén donde estén, a través de la virtualización de las infraestructuras TIC. Además, un cambio importante es que el desempeño deberá medirse por la productividad, los objetivos y los resultados en lugar de las horas trabajadas o la ubicación”.

Este cambio de organización es importante, pero los expertos afirman que, si se lleva a cabo correctamente, la organización obtiene grandes ventajas a largo plazo, como un gran ahorro de costes y mayores garantías para la continuidad del negocio. Además, esta estrategia ‘remote-first’ tiene otras consecuencias beneficiosas para las empresas, como una mayor facilidad para obtener nuevos talentos y para alcanzar la diversidad.

Alcanzar estos objetivos es primordial para ganar competitividad y resiliencia, pero Casajona cree que “para muchas empresas no será fácil adaptarse ya que requiere un cambio fundamental en las políticas, los procesos, la tecnología y, lo más importante, la cultura de la empresa”. Este tipo de cambios son siempre conflictivos, y los expertos destacan que es importante que los empleados sean capaces de aceptar estos cambios para adaptarse lo antes posible a la situación.

Por ello, Afirma que “será más importante que nunca dar a los empleados la posibilidad de elegir desde donde trabajar sin sentirse excluidos o presionados por su elección”. En este proceso los equipos de TI tendrán un papel clave, proporcionando a los empleados las herramientas que necesitan para poder trabajar en remoto de forma segura y sin poner en riesgo la productividad, independientemente de dónde se encuentren.

Como explican los expertos, desde el inicio de la pandemia muchas organizaciones adoptaron el teletrabajo de forma apresurada, apostando por soluciones poco flexibles que ahora demuestran ser insuficientes. Pero ahora se necesitan otras tecnologías, como las herramientas avanzadas de comunicaciones y colaboración, que proporcionan entornos adecuados para trabajar no solo a distancia, sino en equipo con otros trabajadores remotos, sin que la distancia mine la productividad.