La UE quiere regular las condiciones del modelo de trabajo gig economy

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Este concepto de trabajo se expande en tiempos de crisis, y la Unión Europa está preocupada por la falta de regulación ente el gran auge que está teniendo la gig economy actualmente. Por ello, acaba de abrir una consulta pública para recabar opiniones sobre lo que podría ser una futura regulación de esta modalidad laboral, con el fin de proteger a los trabajadores.

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La gig economy consiste en que las empresas contratan los servicios de profesionales para trabajos esporádicos, que suelen tener duraciones muy cortas, incluso de días, sin que estos tengan exclusividad con la compañía ni ninguna otra vinculación. Se asemeja al modelo de freelance, aunque en ocasiones adquiere una forma difusa que puede llevar a un abuso por parte del empleador. Aunque en otros muchos casos es ventajoso para los trabajadores, que encuentran en esta modalidad más libertad para desarrollar su carrera, aunque con la presión de estar en constante búsqueda de trabajos individuales.

Esta forma de trabajo existe desde hace décadas, y generalmente experimenta un auge importante en momentos de crisis, cuando muchos sectores prefieren contar con los empleados imprescindibles, contratando a trabajadores extra solo en los momentos estrictamente necesarios, para acciones concretas. En el contexto actual, en el que la crisis sanitaria ha gestado una nueva crisis económica, los expertos anticipan una gran destrucción de empleo, pero también oportunidades a través del modelo de gig economy, algo que preocupa cada vez más a la Unión Europea.

Por ello, y tras casos como el de Uber en Reino Unido, la Comisión Europea ha abierto una consulta pública de seis semanas sobre una posible nueva regulación de los derechos de los trabajadores de la gig economy. Esta consulta tiene como objetivo recabar la opinión general sobre si estos trabajadores deberían tener más derechos como contratistas o si se les debería permitir negociar como grupo.

Una de las preocupaciones principales de las autoridades europeas es el peso que están adquiriendo las plataformas gig economy, que sirven como enlace entre las empresas y los trabajadores, donde en muchos casos los salarios propuestos son exiguos, y están sujetos a una demanda condicionada por las dificultades del mercado laboral, sin que exista protección alguna de los derechos de los trabajadores.

Así, la propuesta de la Comisión Europea es abrir una consulta inicial dirigida a los interlocutores sociales europeos “sobre cómo mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan a través de plataformas laborales digitales”. En opinión de las miembros de la Comisión, la gig economy ofrece una modalidad laboral más flexible, más oportunidades laborales e ingresos adicionales, incluso para personas que podrían tener dificultades para ingresar al mercado laboral tradicional.

Pero explican que “ciertos tipos de trabajo a través de estas plataformas también están asociados con condiciones de trabajo precarias, lo que se refleja en la falta de transparencia y previsibilidad de los acuerdos contractuales, desafíos en materia de salud y seguridad, y un acceso insuficiente a la protección social”. Teniendo en cuenta que la transformación digital se ha visto impulsada durante la pandemia, la destrucción de empleos tradicionales vendrá acompañada de un auge de las plataformas de empleo digitales.

Grandes empresas de logística y comercio electrónico, como Amazon, han incrementado la contratación de personal a través de estas plataformas, algo que proporciona oportunidades a muchos trabajadores, pero también grandes riesgos potenciales. Por ello, la UE quiere conocer mejor la opinión de los interlocutores sociales sobre la necesidad de crear una nueva regulación, y qué forma debería adquirir.

Como ha comentado en su anuncio Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de ‘Una Europa Adaptada a la Era Digital’ en la Comisión europea, “la era digital abre grandes oportunidades para las empresas, los consumidores y los ciudadanos. Las plataformas pueden ayudar a las personas a encontrar nuevos trabajos y explorar nuevas ideas comerciales. Al mismo tiempo, debemos asegurarnos de que nuestros valores europeos estén bien integrados en la economía digital. Necesitamos asegurarnos de que estas nuevas formas de trabajo sigan siendo sostenibles y justas”.

Por su parte, Nicolas Schmit, comisario de Trabajo y Derechos Sociales, opina que ante la transición hacia una economía digital no se deben perder de vista los valores y principios del modelo social europeo. Por ello, dice que “debemos aprovechar al máximo el potencial de creación de empleo que brindan las plataformas laborales digitales, al tiempo que garantizamos la dignidad, el respeto y la protección de las personas que trabajan a través de ellas. Las opiniones de los interlocutores sociales sobre esto serán clave para encontrar una iniciativa equilibrada para el trabajo de plataforma en la UE”.