Principales obstáculos que frenan la transformación digital

  • Transformación Digital

En los dos últimos años se ha producido un impulso acelerado de la digitalización y muchos modelos de negocio han cambiado, pero ahora están surgiendo barreras que limitan el avance hacia estrategias digitales más maduras. Las que más están frenando este proceso son la falta de liderazgo, la resistencia al cambio y la poca exactitud al medir el progreso de la transformación digital.

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La transformación digital ha cogido mucha tracción desde que se declaró la pandemia y las organizaciones se vieron obligadas a ser más creativas y ágiles para enfrentarse a los retos del confinamiento y la casi paralización de muchos negocios. En aquel entonces la situación obligaba a adoptar soluciones digitales para habilitar el trabajo remoto, potenciar los negocios online y mejorar la infraestructura tecnológica. Pero esta etapa ha dado paso a un nuevo contexto en el que muchas organizaciones quieren adoptar una postura más madura en lo digital, y están aflorando problemas que dificultan el avance.

Un reciente estudio realizado por la consultora de recursos humanos BTS revela que el ritmo de la transformación digital entre las empresas españolas se ha acelerado desde el inicio de la pandemia, obligándolas a acelerar ciertos procesos para ser más competitivas en sus respectivos mercados. El cambio hacia lo digital ha permitido adoptar nuevos procesos tecnológicos y formas de trabajar, lo que ha tenido un impacto positivo en los resultados comerciales. Para un 53% de las empresas consultadas, la transformación digital es la tendencia que más influye en el crecimiento del negocio, y muchas empresas continuarán avanzando en el proceso.

En su informe, Philios Andreou, consejero delegado adjunto a nivel global de BTS, dice que “antes de la pandemia la digitalización era secundaria para muchas organizaciones, cuyo foco principal seguía estando en el mundo físico. Hoy en día las empresas valoran positivamente las estrategias digitales, pero todavía existen varios retos para implementar una estrategia híbrida, como la resistencia al cambio, el liderazgo unidireccional o la falta de medición de los progresos”.

Resistencia al cambio

Según los investigadores de BTS, muchas empresas tienen objetivos poco realistas y procesos inadecuados que ralentizan la transformación digital, pero el principal freno está en la resistencia al cambio. Esta actitud humana no es fácil de superar y muchas organizaciones están constatando que sus trabajadores e, incluso, sus directivos, se muestran reticentes a adoptar los cambios que acompañan a la digitalización. No les resulta fácil salir de su zona de confort para adoptar nuevas tecnologías y procesos en su día a día, y es necesario mejorar su comprensión de los beneficios que aportan para seguir avanzando.

Falta de liderazgo digital

Para que una organización sea capaz de llevar a cabo cambios importantes es vital que existan figuras que actúen como ejemplos y catalizadores del cambio. Su liderazgo tiene el potencial de inspirar y tranquilizar a sus subordinados. Andreou señala que “el error radica en que muchos jefes consideran que basta con comunicar un cambio para que sea efectivo. Los empleados no se convencen solamente por recibir un email o escuchar a un jefe en una reunión, deben interactuar con el mensaje y sentir que hay posibilidad de debatirlo y profundizarlo”. Para los expertos está claro que los empleados esperan que sus responsables y líderes sean los primeros en adoptar los cambios, y recomiendan a las organizaciones que se esfuercen por potenciar el papel de estas figuras en el impulso de la transformación digital dentro de la empresa.

Monitorización del cambio

El tercer problema que dificulta el avance de la transformación digital es que muchas empresas carecen de métricas adecuadas para monitorizar el progreso de la transformación digital, y esto impide demostrar el valor que aportan los cambios. En muchos casos solo se evalúa el cambio una vez que se ha producido, y no durante el proceso, lo que dificulta la identificación de las barreras que pueden frenar la transformación digital, y también los signos de cambio positivos.