El gasto en tecnologías de la nube seguirá aumentando a partir de este año

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En el último año las empresas no han dejado de invertir en infraestructura y servicios en la nube para apoyar su transformación digital, generando un gran impulso en el mercado cloud. A pesar de que la pandemia está más controlada y de los efectos de la inestabilidad geopolítica y la inflación, el gasto en infraestructura y servicios de computación y almacenamiento en la nube seguirá creciendo a una tasa de dos dígitos en los próximos cinco años.

La digitalización acelerada ha dado alas al mercado de infraestructura y servicios en la nube, que durante el último trimestre del año pasado vio un aumento del 13,5% interanual en los ingresos, alcanzando 21,100 millones de dólares a nivel mundial. Estas cifras, recogidas en el último informe publicado por IDC, revelan cómo el mercado de la nube está creciendo rápidamente, y sus autores ofrecen unas perspectivas muy prometedoras para los próximos cinco años.

Explican que en los últimos meses del año las limitaciones de la cadena de suministro han impedido a los proveedores mantener correctamente abastecidos sus inventarios. consideran que los retrasos seguirán afectando a la industria a lo largo de este año, lastrando el futuro crecimiento, aunque si la demanda se mantiene y la economía se recupera las perspectivas podrían ser mejores.

Toman como punto de partida de la siguiente etapa del mercado las cifras finales del año pasado, que se cerró con unos ingresos de 73.900 millones de dólares, tras cuatro trimestres de crecimiento continuado. Mientras tanto, el gasto en infraestructura fuera de la nube sumó 59.600 millones, un 4,2% más que en 2020.

Solo en el último trimestre de 2021 el gasto en infraestructura de nube compartida aumentó un 13,9% interanual hasta 14.400 millones, cerrando el año con un crecimiento del 7,5% (51.400 millones). Los investigadores de IDC están convencidos de que esta tendencia continuará en 2022 y más allá, dado que las empresas están cambiando su enfoque de inversión en TI para adoptar soluciones basadas en la nube, reduciendo el gasto en infraestructura fuera de la nube.

En cuanto a la infraestructura de nube dedicada, en el cuarto trimestre de 2021 las empresas aumentaron un 12,5% interanual el gasto, alcanzando 6.700 millones de dólares, lo que permitió cerrar el año con un incremento interanual del 11,8%, llegando a 22.500 millones. Y cabe destacar que las implementaciones en las instalaciones del cliente han aumentado un 46,1% en todo 2021.

De cara a este año los analistas de IDC pronostican que el gasto en infraestructura en la nube aumentará otro 21,7% interanual, pudiendo alcanzar los 90.000 millones de dólares. Mientras tanto, la infraestructura fuera de la nube podría ver una reducción interanual del 0,3% (59.400 millones). Por su parte, el gasto en infraestructura de nube compartida podría aumentar un 25,5% en 2022 (64.500 millones) y el gasto en infraestructura de nube dedicada podría aumentar un 13,1% (25.400 millones).

A más largo plazo, IDC pronostica que el gasto en infraestructura de computación y almacenamiento en la nube aumentará a una CAGR del 12,6% entre 2021 y 2026, pudiendo llegar a unos 133.700 millones de dólares para el final del período. Esto significaría que la categoría de infraestructura en la nube podría representar el 68,6% del gasto total en infraestructura de computación y almacenamiento. Para entonces la infraestructura de nube compartida representaría en torno al 72% del gasto total, después de un crecimiento interanual del 13,4% (CAGR). Por su parte, la nube dedicada podría crecer a una CAGR del 10,7% y el gasto en infraestructura fuera de la nube se estabilizaría con un crecimiento estimado en un 0,5%.

Estas tendencias de crecimiento proporcionarán grandes oportunidades para los proveedores de infraestructura, cuyos ingresos podrían aumentar a una CAGR del 11,7% hasta 2026, alcanzando unos 130.600 millones de dólares. Aunque estas previsiones están sujetas a revisión, dado que las tensiones geopolíticas en aumento y el empeoramiento de la economía global están afectando a los planes de inversión de las empresas, incluyendo el gasto en TI.