La pandemia ha modificado los hábitos de consumo cultural y tecnológico
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En el último año los consumidores españoles han cambiado radicalmente sus hábitos de consumo, ya que las restricciones de movilidad les han obligado a modificar su estilo de vida. Durante este tiempo han surgido nuevas necesidades tecnológicas impulsadas por el trabajo desde el hogar y las diferentes formas de ocio digital, algo que han constatado los principales comercios minoristas, especialmente los que operan tanto en tiendas físicas como a través del comercio electrónico.
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Un año después de que se declarase la pandemia, los grandes comercios minoristas han comenzado a hacer balance, y han constatado los grandes cambios que se han producido en los hábitos de consumo de cultura y tecnología. La principal conclusión a la que han llegado en Fnac, uno de los minoristas más destacados de España, es que los consumidores han cambiado mucho su forma de consumir ocio y tecnología debido al confinamiento y a los requisitos impuestos por el trabajo remoto.
Afirman que los españoles se han vuelto más digitales, más omnicanal, más tecnológicos, más lectores y más jugones, y han acelerado la adopción de las tecnologías del hogar digital, así como el cambio de modelo hacia la compra de bienes físicos a través de Internet. Esto ha generado una gran presión en el entorno del comercio minorista, especialmente en los pequeños comercios no digitalizados, que necesitan transformar su negocio para adaptarse a la nueva realidad, en la que la venta online y la omnicanalidad se han vuelto fundamentales para el éxito comercial.
E su informe, Marcos Ruão, director general de Fnac España, explica que la situación generada por la pandemia ha puesto en valor estrategias que unifican los canales físico y online. En su caso, esto les ha permitido reaccionar con eficacia ante los cambios que se han producido en el comercio minorista durante la pandemia, incluso a pesar de que nuestro país es uno de los que más ha acusado el golpe de la pandemia, con restricciones más severas y prolongadas que la mayoría de países europeos, y donde los comercios han permanecido cerrados más tiempo. Los responsables de este estudio destacan los cambios que se han producido en diferentes ámbitos del consumo, que seguirán influenciando el devenir del sector minorista a lo largo de este año.
Las compras online se mantienen con fuerza
Durante la primera etapa de confinamiento, que fue la más prolongada, los consumidores recurrieron a las compras a través de Internet para adquirir todo tipo de bienes y servicios, una tendencia que se ha mantenido fuerte tras levantarse las restricciones. En el caso de Fnac, el canal online creció un 60% en los meses de marzo, abril y mayo, triplicando la facturación. Y durante la segunda etapa, entre junio y diciembre, cuando las tiendas volvieron a abrirse masivamente, los españoles siguieron comprando a través de las tienda online, manteniendo el incremento de ventas con respecto al mismo período de 2019.
En este informe afirman que la tendencia hacia el comercio online se va a mantener fuerte, ya que los consumidores han ido asimilando que el canal online ofrece muchas ventajas para la adquisición de ciertos productos y servicios, y que es complementario a las compras en establecimientos físicos. Asimismo, se ha registrado un crecimiento saludable de la opción de compra online y recogida en tienda (Click & Collect), una modalidad de consumo que se mantendrá fuerte en el futuro, y que ofrece la posibilidad de trabajar en el marketing de tienda, estimulando la compra cuando los clientes acuden a recoger sus compras.
Los lectores se pasan al formato electrónico
Desde el inicio de la pandemia la lectura en formato digital se ha disparado de forma impresionante en el mercado español. Como indica el informe anual publicado por Rakuten Kobo, en 2020 la lectura digital ha aumentado un 64% en España, lo que ha impulsado mucho el mercado de libros en formato electrónico. Y s espera que esta tendencia se mantenga a partir de este año, dado que la transición de los lectores a los libros digitales es un proceso que en la mayoría de los casos no tiene vuelta atrás, y quien se pasa a digital solo adquiere ciertos títulos en formato físico.
Aunque, sorprendentemente, el año pasado también aumento considerablemente la venta de libros físicos, destacando categorías como la literatura, los libros infantiles, los libros prácticos de gastronomía y de técnicas artísticas, que los españoles han recurrido a estas aficiones para sobrellevar los peores momentos de la crisis sanitaria y el confinamiento.
La venta de tecnología se dispara por el teletrabajo y el ocio digital
A raíz del confinamiento los españoles recurrieron más que nunca a las diferentes formas de ocio digital para superar la situación, lo que llevó a un incremento en la venta de diferentes categorías de productos tecnológicos. Mientras tanto, la necesidad de teletrabajar y de estudiar desde el hogar también impulsó la venta de ciertos dispositivos, como ordenadores personales, tabletas, impresoras de consumo y equipos de red, entre otros.
Tomando como referencia el informe de Fnac, las categorías que más incrementaron sus ventas fueron las de accesorios y periféricos de informática (+963%), ordenadores con sistema Windows (+643%) y tabletas (+400%). Dentro de los periféricos destacaron de forma impresionante las impresoras y los monitores, que experimentaron un crecimiento del 2.000% y del 400%, respectivamente, gracias a la necesidad de contar un mejor equipamiento para trabajar desde casa. Aunque el mayor crecimiento se produjo en las webcams, imprescindibles para llevar a cabo reuniones virtuales y videoconferencias, métodos de comunicación que se han utilizado más que nunca durante la pandemia.
El juego online rompe récords
Aunque en España siempre ha habido muchos gamers, durante lo peor de la pandemia su número se ha multiplicado, ya que tanto jóvenes como adultos han recurrido a consolas y ordenadores para ocupar su tiempo libre a través de los juegos, especialmente los que permiten interactuar y chatear con otros jugadores a través de Internet. Y también se ha incrementado el uso de plataformas para retransmitir juegos por streaming. Así, se han incrementado las ventas de equipos informáticos para juegos y de videoconsolas, aunque esta última categoría se ha visto lastrada porque muchos nuevos jugadores han esperado a la llegada de las nuevas consolas, que finalmente ha sufrido una gran escasez por las complicaciones en la cadena de suministro y por la falta de previsión por parte de los fabricantes.
En el último año estas tendencias de consumo han marcado el devenir del comercio minorista, en campos como la tecnología y la cultura, pero en este último ámbito se han producido cambios a causa de la imposibilidad de celebrar eventos multitudinarios. El formato virtual ha servido para ferias y otros eventos, pero los conciertos, las obras de teatro y otras representaciones ha tenido que esperar a la reapertura de los teatros o las salas de cine.
En el caso de los conciertos y festivales todavía habrá que esperar a que la pandemia esté más controlada, ya que por ahora es imposible controlar suficientemente bien a grandes masas de personas, especialmente en modalidades de ocio más relajadas como son estos dos casos. Y, por ahora, no hay fórmulas virtuales viables para esta rama de la cultura, a pesar de que muchos artistas han llevado a cabo iniciativas en este sentido.