Evolución de las tarjetas de pago más allá de la tecnología contactless
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En pocos años las tarjetas de pago sin contacto se han convertido en la norma, alcanzando una gran penetración entre los consumidores y siendo aceptadas en millones de negocios en todo el mundo. Pero las tarjetas están evolucionando con la llegada de tecnologías más seguras y versátiles, y en los próximos cinco años irrumpirán nuevos conceptos como las tarjetas biométricas, entre otras innovaciones.
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Las tarjetas contactless se están convirtiendo en la forma de pago más utilizada en los establecimientos físicos, ya que ofrecen mucha más comodidad a los consumidores. En los últimos años se ha logrado una gran penetración de esta tecnología a nivel mundial, y durante la pandemia su uso se ha generalizado gracias a que no requiere una interacción física para pagar. Pero ante la convergencia del mundo físico y el digital se están planteando nuevas tecnologías de tarjetas que proporcionen más seguridad y otras capacidades adicionales.
Esto va a revolucionar el mercado de tecnologías para tarjetas de pago que, según los investigadores de Juniper Research, este año alcanzará un valor de 9.700 millones, y crecerá un 20% en los próximo 5 años, alcanzando unos 11.700 millones para 2026. En estos años se iniciará u proceso de transición desde la actual tecnología contactless, muy limitada, a nuevas tarjetas con capacidades innovadoras.
Según los expertos, en los próximos cinco años las tendencias más disruptivas en el ámbito de las tarjetas de pago serán las tarjetas biométricas, las tarjetas metálicas y las tarjetas dinámicas CVV (Valor de Verificación de Tarjeta). Todas ellas pretenden aportar soluciones ante el avance inexorable del ecosistema de pagos digital-first. Y los expertos creen que estos nuevos tipos de tarjetas contribuirán a la evolución de las experiencia de pago en la era digital, facilitando su uso y aumentando la seguridad, tratando de competir con las plataformas de pago basadas en smartphones.
Durante el período pronóstico que contempla la investigación de Juniper Research se espera que las tarjetas de metal sean las que más ingresos generen a los proveedores de tecnología. Las estimaciones que recoge este documento son que este año proporcionarán 1.200 millones de dólares, una cantidad que irá aumentando a lo largo de estos años, hasta alcanzar 4.400 millones en 2026.
En palabras de Damla Sat, coautora de este estudio, “los bancos y los emisores de tarjetas deben diferenciarse para mantener su relevancia en la era de los pagos digitales”. Y afirma que “agregar valor a sus servicios mediante el uso de nuevos tipos de tarjetas puede agregar un valor significativo y reducir la rotación de las relaciones existentes”.
Por otro lado están las tarjetas biométricas, con sensor de huellas dactilares integrado, que incrementarán sus envíos en un 850% en los próximos cinco años, alcanzando unos 173 millones de unidades para 2026. Estas tarjetas prometen capacidades avanzadas que harán más atractivo el formato, pudiendo competir mejor con las alternativas en forma de pagos móviles, como Apple Pay o Google Pay. Por ejemplo, eliminar el límite de las transacciones, una cuestión fundamental para eliminar las barreras que podría encontrar el mercado de tarjetas de pago en los próximos años.