Evolución tecnológica y conceptual de las ciudades inteligentes
- Transformación Digital
A lo largo de esta década la población va a continuar su éxodo hacia las grandes ciudades y los gestores urbanos están cada vez más interesados en adoptar el concepto de Smart City. Según los expertos, en la próxima década se va a producir una gran evolución tecnológica en este ámbito, y el mercado de infraestructura para ciudades inteligentes crecerá hasta alcanzar 375.000 millones de dólares en 2030.
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El concepto de ciudad inteligente está evolucionando y expandiéndose en muchas partes del mundo, y las administraciones locales y empresas de servicios públicos están adoptando nuevas tecnologías para hacer más eficiente, sostenible y segura la gestión de entornos urbanos. Según los investigadores de ABI Research estas necesidades están cambiando el propio concepto de Smart City e impulsando el desarrollo de nuevas tecnologías para alcanzar los objetivos de calidad de vida, resiliencia y sostenibilidad en las zonas urbanas.
En su último informe, pronostican que las inversiones en infraestructura urbana destinada a implementar estos nuevos conceptos de Smart City alcanzarán unos 375.000 millones de dólares para el año 2030. Y gran parte de estos recursos se destinarán a la rehabilitación de áreas industriales abandonadas y a la construcción de nuevas zonas para albergar a las nuevas empresas y a la población en crecimiento.
En palabras de Dominique Bonte, vicepresidente de mercados finales y verticales de ABI Research, “el concepto mismo de ciudades cambiará profunda y estructuralmente. En su opinión, “si bien es posible que muchas de estas nuevas visiones de la ciudad nunca vean la luz del día, sí ofrecen un vistazo a un futuro urbano más humanizado, sostenible y resiliente, gran parte del cual se realizará mediante la modernización y/o actualización gradual de la infraestructura urbana existente en las próximas décadas”.
Esta evolución de las ciudades inteligentes y de la tecnología que apoya la digitalización urbana tiene diferentes impulsores, que van desde la necesidad de abordar el cambio climático y mejorar la calidad del aire en las ciudades a la gestión eficiente del transporte y las comunicaciones. Y todo ello se ve reforzado por el cambio de las personas hacia un estilo de vida digital.
Los investigadores explican que lo más visible de la revolución urbana que se está produciendo está relacionado con los activos físicos, que van desde las huellas de ciudades más distribuidas a infraestructuras verdes, espacios urbanos adaptables, carreteras y edificios modulares. Pero existe una gran capa invisible de activos digitales y otros procesos que pasan desapercibidos para los ciudadanos pero que son fundamentales, y que requieren una especial atención e importantes inversiones.
Las aplicaciones y servicios relacionados con estas capacidades son proporcionadas por proveedores que están apostando fuerte por la innovación, como Sidewalk Labs de Alphabet y Dassault Systèmes, que se han centrado en la creación de plataformas de gestión de software, integración de sensores conectados, gemelos digitales, blockchain, electrificación y automatización de procesos. Estas soluciones habilitan capacidades innovadoras como el mantenimiento preventivo y remoto, la respuesta de emergencia automatizada o la gestión del tráfico, entre otras. Y sientan las bases de lo que en el futuro serán las ciudades inteligentes autónomas.